Sabemos que el deporte es un motor de mejora, de descubrimiento personal e integración social. Pero cuando entra en la ecuación el autismo infantil, se convierte, aún más, en una herramienta de evolución.
En este artículo y nuestro reportaje, abordaremos cómo el deporte desarrolla el cuerpo y la mente de los niños con TEA. También hablaremos con Pau, niño con autismo, así como con su familia y las de otros niños con autismo infantil como él que viven los progresos del deporte infantil en primera persona.
¿Qué es el autismo infantil?
Para entender qué es el autismo infantil, debemos saber de qué se trata cuando hablamos del término niños con TEA (trastorno del espectro autista) y, para ello, debemos conocer su origen.
El término autismo viene del latin autismus, y este, a su vez, del griego autos, ‘uno mismo’. El autismo es un trastorno del desarrollo que afecta a la comunicación y a la interacción social, además de estar caracterizado por patrones de comportamiento restringidos, repetitivos y estereotipados que pueden producirse en niños y adultos.
A día de hoy se conocen varios tipos de autismo como el síndrome de Rett, el síndrome de Asperger o el síndrome de Heller entre otros, pero ¿cómo se relacionan los niños con autismo infantil? ¿Cómo muestran sus emociones? ¿Se comunican diferente los niños con autismo leve?
Según la psiquiatra especializada en el estudio y el tratamiento del autismo infantil Carmen Moreno: «Los niños con autismo son muy afectivos. Sienten a su manera y lo demuestran a su manera». Por lo tanto, solo necesitan vías de comunicación como el deporte infantil para encontrar su forma de expresarse y relacionarse satisfactoriamente con los demás.
¿Cómo debemos tratar a un niño con autismo?
El autismo infantil se representa en los niños con diferentes características, por ello, es labor tanto de familiares como de docentes ofrecerle un entorno controlado en el que el niño pueda desarrollarse con seguridad y apoyo.
Si nos preguntamos cómo tratar a un niño con autismo, la respuesta es respetando su entorno y sus necesidades y dándole el espacio para expresarse de la forma que mejor le haga sentir y más fácil le resulte. La comunicación bidireccional y aprender a instaurarla de forma natural es primordial en el cuidado de niños con autismo infantil en todos sus niveles, también en niños con autismo leve.
Es importante concederle un entorno tranquilo, atendiendo a sus posibles incomodidades y mostrando una actitud empática y relajada. Así, veremos una evolución positiva como hemos podido ver en Pau, el niño autista con el que hemos tenido el placer de hablar.
Las familias que van investigando más y más qué es el autismo infantil cuando detectan que su hijo puede formar parte de él, encuentran en los especialistas del autismo infantil una guía indispensable y una fuente de información actualizada que apoya tanto al niño como a ellos mismos. Por ello, es tan importante contar con psiquiatras y terapeutas especializados que nos puedan mostrar cómo tratar a un niño con autismo correctamente.
Los pequeños con autismo se enfrentan a un mundo que, en ocasiones, les cuesta entender, en el que participar se complica. Sin embargo, «quieren jugar, reír, y llorar como todos los otros niños», apunta Albert Navarro, padre de Pau y Jaume, dos hermanos con autismo.
Estos son los beneficios del deporte infantil para los niños con autismo
El autismo infantil y el deporte son una combinación perfecta que ayuda a los niños a sentirse parte de una comunidad, a destacar y, por tanto, a apoyar sus capacidades sociales y personales. El deporte infantil es sentirte útil, es crecimiento y avance personal.
Aspectos como la integración sensorial, la superación personal, el respeto, la constancia o la frustración son los valores del deporte que más ayudan a los niños que tienen autismo infantil, ya sean niños con autismo leve o con otros grados de autismo infantil.
Beneficios sociales del deporte
Los niños que presentan autismo infantil son, al fin y al cabo, niños. Quieren jugar y reír y también lloran y sufren como otros niños, por ello, el deporte infantil en este tipo de niños es tan beneficioso.
En niños con autismo leve, el deporte es un motivador inmediato que les ayuda a concentrarse y a relacionarse con el resto del equipo. Así, las personas con esta realidad pueden rodearse de otras personas diferentes a ellos, lo que potencia el respeto mutuo. Sin embargo, es primordial contar con profesionales del deporte infantil que entiendan cómo tratar a un niño con autismo ya que en la estimulación del autismo infantil «es fundamental el trabajo de especialistas que entiendan el estilo de pensamiento de una persona con autismo y sepan sacar su mayor potencial», indica Carmen Moreno, la psiquiatra.
El entrenador de Erik, uno de los niños con los que hemos podido conversar, Juanjo Capdevilla, comenta que, en el equipo, todos son uno: «Todos estaban por él y él por todos». En su evolución, el entrenador ha sido testigo de la mejora física de Erik, así como de su mejora en la comunicación con sus compañeros y su familia.
Gracias al deporte infantil, Erik se siente más ilusionado, más libre para compartir y más entusiasmado. El deporte, en el autismo infantil, es una red de afecto y apoyo emocional increíble.
Aumento de la autoestima de los niños con autismo
El deporte infantil ayuda a impulsar la seguridad de estos niños y les hace enfrentarse a sus victorias y también a sus derrotas. Es un motivador estupendo para plantear metas medibles y generar satisfacción y esfuerzo, lo que aumenta la autoestima y la confianza en los niños con distintos grados de autismo infantil.
«El deporte le ha venido bien a todos los niveles: físico, personal, social y a nivel autoestima», comenta Inma Cardona, madre de Miguel, chico con autismo, y añade: «Miguel no hablaba, no comunicaba. Su manera de hacer las cosas era con una rabieta». Ahora él se siente feliz haciendo lo que más le gusta: el atletismo.
Por otro lado, Pau, niño autista con el que hablamos al inicio, nos comenta: «Lo que más me gusta son los partidos y los entrenos». Y en sus palabras podemos ver la motivación y la ilusión que representa para estos niños el deporte infantil.
Mejorar las habilidades motrices
El deporte inclusivo no sólo permite mejorar la autoestima del niño con autismo, sino que es una herramienta fabulosa para lograr mejorar su habilidades físicas y motrices mientras disfruta con sus amigos.
Tanto los niños con autismo leve como los niños con distintos grados de autismo infantil deben mantenerse activos para mejorar sus habilidades motrices y tener una buena condición física. Además, es conocido que el deporte nos activa no solo física, sino también mental y emocionalmente.
En el autismo infantil, ya sea autismo leve o de un grado más avanzado, el esfuerzo que los niños tienen que hacer para activarse físicamente siempre es mayor que un niño que no tiene TEA. Esto requiere de mayor dedicación en términos de fisioterapia así como de otras especialidades.
Por este motivo, cuando vemos el esfuerzo que estos niños hacen, también vemos rápidamente los beneficios. «Estamos empezando a recoger los frutos a nivel social, afectivo y motriz», nos dice el padre de Pau y Jaume.
Es importante, además, destacar que la vida sedentaria en autismo leve u otros grados de autismo infantil es totalmente contraproducente a nivel físico y a nivel psicológico.
Ayuda a integrarse mejor a los niños con autismo
El deporte infantil en los niños con autismo leve, así como en grados de autismo infantil diversos, supone un antes y un después en su manera de relacionarse e integrarse en grupos reducidos y en la sociedad.
El deporte representa una red de apoyo tanto para estos niños como para sus familias ya que afianza su mejora y les anima a involucrarse, integrarse y a conectar con otras personas.
Además, el hecho de pertenecer a un grupo, para estos pequeños supone enfrentarse a la realidad que tendrán que vivir en el futuro cuando sean adultos con autismo. Por otro lado, para el resto de integrantes del equipo al que pertenecen en la disciplina deportiva, supone un acercamiento al autismo infantil y les ayuda a descubrir poco a poco cómo tratar a un niño con autismo.
«Estamos hablando de personas que necesitan un apoyo extra», nos asegura María José Alonso, la madre de Erik, un niño con autismo al que comenzar a jugar al fútbol le ha cambiado de manera positiva. Ella nos cuenta que los niños con TEA focalizan su energía en lo que les motiva: «Aprovechan mucho lo que les gusta y el fútbol es un gran motivador en el caso de mi hijo».
El deporte abre la mente ya que funciona de carril para llegar a sentimientos y pensamientos que no afloran de forma natural, nos conecta. Y cuando conectamos, conseguimos hacer cosas increíbles.