Quantum Fracture nació en 2012 con la voluntad de informar sobre ciencia de una forma atractiva y transversal. Trece años después, la comunidad creada por el joven físico José Luis Crespo (Valdepeñas, 1994) ya acumula más de 3,86 millones de suscriptores en YouTube. Una historia de éxito que ha convertido a Quantum Fracture en uno de los canales de divulgación científica de referencia en habla hispana a nivel mundial.
Con un lenguaje sencillo, ameno y accesible para todo el mundo, huyendo del clasismo o el tradicionalismo de los viejos formatos, José Luis Crespo ha hecho del arte del storytelling su principal baza: “Al final, para hacer buena divulgación, muchas veces necesitas tener también una conexión muy grande con el mundo real que están viviendo el resto de las personas”, expone.
Simplificar lo difícil con gancho, atractivo, un uso premeditado y muy estudiado de las analogías. Utilizando los nuevos formatos, como las redes sociales, con todas sus capacidades transmedia, para narrar lo de siempre. El arte de narrar historias con la seducción del entretenimiento, desde un buen pitch hasta un colofón final que alimente la curiosidad.
¿Qué es Quantum Fracture? Descubre el proyecto de Jose Luis Crespo
Quantum Fracture es un canal de divulgación científica dirigido por el prestigioso físico José Luis Crespo, quien ya ha sido capaz de crear una comunidad de correligionarios que hacen de este canal de ciencia uno de los recursos a los que acudir para estar informados, disfrutar y entretenerse de una forma sencilla y accesible.
Son precisamente estos adjetivos los que reivindica el propio José Luis Crespo como seña de identidad de Quantum Fracture. Un contenido ágil, transversal, para todos los públicos: “Yo creo que hacer divulgación científica, en el fondo, es entretener. Muchas veces lo etiquetamos como que es una forma como de educación, de aprendizaje o de periodismo. Yo creo que, en el fondo, hacer divulgación científica es que la gente pase un buen rato”, sostiene este astrofísico, divulgador y youtuber castellanomanchego de 31 años con una legión millonaria de seguidores.
Storytelling, la clave para construir historias
El arte del storytelling, objeto de estudio por un sinfín de teóricos, ha sido analizado en numerosos ensayos que tratan de perfeccionar un sistema de construcción de relatos para embellecer narraciones y conseguir la atracción de lectores, oyentes y telespectadores en un mundo donde la infoxicación y los constantes estímulos forman parte de nuestro día a día. En marketing existe un mandamiento base, el arte de compartir conocimiento: “Aquello que no se cuenta, no existe”. Esto, simplificado y dicho de otro modo, tal y como hace José Luis Crespo, no es más que saber contar historias de la mejor forma posible.
“Una de las claves es que, y esto me lo contó Luis Quevedo, que es un divulgador español, y creo que tiene muchísima razón con esto, es que, al final, hacer divulgación científica, hablarle de ciencia a los demás, en el fondo, es contar historias”, ejemplifica este físico que, según sus propias palabras, “juega a explicar buena ciencia en Quantum Fracture”.
Partes de una historia
Los clásicos, aquellos que forman parte del contenido escolar que estudiamos desde que empieza nuestra etapa formativa, llegaron al acuerdo de que una buena historia, simplificando mucho, tenía tres partes esenciales: introducción, nudo y desenlace. Este es el resumen del arte de la novela, pero hay mil campos de batalla en el que estas reglas sencillas, construidas en una etapa previa a las redes sociales y el consumismo rápido, se moldean en función de las necesidades.
Sin embargo, todos los formatos, incluida la divulgación en redes sociales, comparten un patrón común cada vez más importante: “Tú tienes primero que saber, enganchar a la gente, atraerles y que quieran escuchar tu historia”, expone Crespo, quien, además, dentro de su especialización científica, debe convertir esta sencilla premisa en una inamovible forma de actuación. “¿Cómo se hace? ¿Cómo se ejecuta en la vida real? Pues muchas veces tiene que ver con coger temas y, desde el primer momento, que es el momento más crítico, planificarlos y construirlos alrededor de una premisa muy, muy buena”.
Ejemplo de storytelling
Es el momento de la verdad. Los condicionantes para lograr el poder de la persuasión del storytelling, fundamentando en una buena premisa, una historia interesante y la capacidad de lograr que sus consumidores se detengan a prestar atención a lo que quieres contar, son muchos. Pero la teoría poco tiene que ver con la práctica, y solo con muchos ensayos, prueba y error, es posible lograr el éxito de forma repetida.
Todos tenemos un anuncio guardado en la memoria. Una historia que nos gusta. Algo que nos impactó en su momento. A José Luis Crespo, como caso de éxito, le gusta reproducir el siguiente: “Imagina un caso real: un roble blanco que crece en Alabama. Un grupo de investigadores detecta que esta especie está en declive debido a un arbusto invasor que impide su regeneración. A simple vista, no es una historia fácil de vender. Pero si descubres que esa madera es esencial para fabricar los barriles de Jack Daniel’s, de repente tienes una excusa poderosa para contarla: puede que en el futuro ya no se pueda hacer Jack Daniel’s tal como lo conocemos. Ahí es donde la ciencia conecta con la vida cotidiana”. El whiskey como gancho. Efectivo, ¿no?
¿Cómo utilizar las analogías?
Las analogías juegan un papel crucial dentro del storytelling. La simplificación del mensaje, con comparaciones de uso diario comprensibles para el común de los mortales, se vuelve indispensable cuando la temática central es de carácter técnico y complejo de comprensión. El roble y el whiskey, por ejemplo. Pero no es el único: ¿por qué no comparar la distribución de los panecillos de una boda en una mesa redonda con el mecanismo del Bosón de Higgs? ¿Es posible hacerlo?
“Tú estás en la mesa redonda, hay un montón de panecillos, más o menos uno por plato, os sentáis todos y está el momento de ¿cuál cojo?, ¿izquierda o derecha? Problema. Si uno coge el de la izquierda, entonces todo el mundo coge el de la izquierda, porque si coges el de la derecha, le dejas a alguien sin panecillo, no es plano. Se ha roto la simetría. Es básicamente lo que sucede con el Bosón de Higgs”.