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La importancia de la positividad para conectar con los demás

Lucas Vidal

· Músico y Compositor

Si te decimos Lucas Vidal es posible que de primeras no te venga nadie a la cabeza. Sin embargo, estamos seguros de que eres capaz de reconocer e incluso tararear muchas de las obras de este compositor, uno de los 100 personajes creativos más influyentes según Forbes en 2019.

¿Recuerdas la banda sonora de la exitosa serie de Netflix Élite o la de LaLiga? Llevan su sello, el del compositor Lucas Vidal, nuestro invitado de hoy.

Sigue leyendo y descubre la apasionante historia de este compositor de bandas sonoras y sus claves para ser positivo y relativizar en el día a día para conectar con los demás y ser más felices con nosotros mismos.

¿Quién es el compositor Lucas Vidal?

Cuando buscas las últimas noticias del término Lucas Vidal compositor descubres un artista ligado a la música con grandes reconocimientos como Goyas, un Emmy y mucho más. Sin embargo, la historia de este compositor comienza mucho antes y es un referente y experto en relativizar los problemas y ser positivo, como descubriremos a continuación.

Con apenas 3 años comenzó en la música como pianista rodeado de una familia conectada con el arte y la danza. La familia de su madre y ella misma, eran referentes dentro del mundo del ballet clásico y, por otro lado, su abuelo paterno, José Manuel Vidal Zapater, fue el fundador de HISPAVOX, un sello discográfico destacado que representaba a grandes artistas como Raphael y Karina, entre otros.

Sobra decir que la pasión por la música la lleva en la sangre, y fue esta la que le impulsó con tan solo 15 años a conseguir una beca para acudir al Berklee College of Music durante 5 semanas que le cambiarían la vida. En este momento descubrió su vocación y se propuso una meta: convertirse en compositor de bandas sonoras de Hollywood impulsándose con la positividad que le caracteriza y su capacidad para relativizar frente a los problemas y adversidades.

Su siguiente paso fue cursar la doble titulación de Música para Cine y Composición en Boston en 2005 en la prestigiosa Juilliard School a los 16 años. Unos pocos años después llegaría su debut en la gran pantalla como compositor de banda sonora.

Los inicios de Lucas Vidal como compositor de bandas sonoras

Lucas Vidal empezó su carrera de compositor de bandas sonoras por lo más alto, con el debut en la película protagonizada por Bruce Willis, Henry Cavill y Sigourney Weaver, entre otros, The cold light of day. Y, a partir de ahí, se sucedieron una serie de películas a las que puso su sello como The Raven o Mientras duermes en 2012, Fast & Furious 6 en 2013 o Palmeras en la nieve en 2015.

Pero su genialidad va más allá del cine. Lucas Vidal también ha dejado su marca en la industria musical, siendo el compositor de la música para la celebración del centenario de Telefónica. Una oportunidad única que refleja su versatilidad y destreza dentro del mundo de la composición.

Mucho antes de cosechar estos éxitos, con toda una carrera brillante por delante, Lucas Vidal tuvo que hacer frente a uno de los momentos más duros y complicados de su vida, y es que a la temprana edad de 21 años fue diagnosticado de cáncer. 

Fue en este momento donde la positividad y la capacidad para relativizar jugó un papel fundamental en su recuperación. El proceso de quimioterapia fue duro, pero prestó atención a los consejos de su padre, que ahora ha hecho suyos en su día a día, y fue capaz de relativizar y proyectarse en el futuro, cuando pasase este proceso.

Tras este bache en el camino, el compositor apostó más que nunca por la positividad y siguió avanzando en su proyecto profesional consiguiendo ser un referente a día de hoy como compositor de bandas sonoras, llegando a ser premiado con dos Goyas en 2016 por Nadie quiere la noche, de Isabel Coixet, y Palmeras en la Nieve junto a Pablo Alborán de Fernando González Molina. 

Con estos reconocimientos y estas aportaciones en el cine ya podemos situar al compositor Lucas Vidal en lo más alto, pero sus premios no quedan ahí ya que en 2016 consiguió un Emmy al mejor tema musical por el Himno compuesto para los Juegos Olímpicos de Río para ESPN, lo que le situó en primera línea a nivel internacional y dio pie a que en 2018 fuera reconocido por Marca España como Embajador de la imagen de España en el exterior.

A día de hoy sigue cosechando éxitos aportando su arte y saber hacer musical a grandes producciones como Los favoritos de Midas, la popular serie Élite de Netflix o las películas Guilt y Amor de Madre. Por si todo ello no fuese suficiente, está estrechamente ligado al Teatro Real en el que ha dado diferentes espectáculos que ha emocionado a grandes y pequeños, situándose como uno de los compositores referentes del país. 

Lucas Vidal

Cómo desprender positividad: las claves de Lucas Vidal

Tras conocer su trayectoria, habrás podido observar que, en el caso del compositor, se hace realidad la expresión quien la sigue la consigue. Sin embargo, no se trata solo de proponérselo, sino de encontrar las claves para mantenerse positivo durante todo el proceso, no rendirte y relativizar frente a la adversidad. 

Estas son las propuestas de Lucas Vidal compositor para aprender cómo desprender positividad.

Ser positivo con los demás, y con uno mismo

Ser positivo con uno mismo, y actuar con actitud positiva con los demás es un factor clave a la hora de aspirar a grandes metas. Detalles como afrontar una grabación con positividad, y ofreciendo comida a todos los participantes, o prestar atención extra en aquellos músicos que no están en primera línea son algunos de los pequeños detalles con los que Lucas trata de ganarse la confianza de todos los integrantes.

Incluso en aquellas ocasiones en las que el conjunto de músicos no termina de funcionar, o un instrumentista no tiene un sonido perfecto, es muy importante corregir con una sonrisa, con empatía y actitud positiva para tratar de extraer el máximo de cada persona.

Del mismo modo, la actitud positiva con uno mismo es un factor clave, sobre todo en los inicios y en aquellos momentos en que parezca que tenemos todo en contra. Lucas nos cuenta cómo, durante su etapa de estudiante, coleccionó “no tras no”, sin embargo, supo enfrentarse a esta situación con positividad y simpatía, tratando de transformar cada no en un sí. 

Relativizar los problemas

Relativizar, como dice nuestro invitado, es encontrar ese equilibrio entre ser positivo y realista con las circunstancias del entorno, y las propias. Es normal que, a lo largo de nuestra vida, vivamos momentos buenos y momentos malos, el factor diferencial es cómo afrontamos estas situaciones, y si somos capaces de relativizar y darle el peso justo.

Y es que relativizar es relajar el ambiente, las presiones propias, activar la actitud positiva y transmitirlo a nuestro entorno. Por lo tanto, si te encuentras en esta situación, te recomendamos que sigas las claves de Lucas Vidal y pruebes a proyectarte al futuro en el que estarás mejor.

Porque cuando conectamos con nosotros mismos y somos capaces de reconocernos y ver el valor de lo que nos rodea, podemos conseguir cosas increíbles. 

Transcripción

00:00 Lucas Vidal Hola, soy Lucas Vidal y vengo a hablarte de las claves para tener una actitud positiva en la vida.

00:20 Lucas Vidal Soy compositor de música de películas. Mi abuelo fundó una empresa discográfica que se llamaba Hispavox y, bueno, pues de toda la vida la música clásica estaba sonando de alguna manera en casa de mis padres y tuve la suerte de tener un pianito de empezar a tocar el piano desde que tenía tres o cuatro años. Un punto de inflexión que tuve en mi carrera fue a los 16 años, cuando tuve la suerte de ir becado en Berklee College of Music en Boston, una universidad de música, de cine y de jazz. y , cuando volví a casa, pues dije a mis padres: "Chatines, me dedico a esto, voy a ir a Berklee y voy a hacer música de cine".

01:12 Lucas Vidal Para mí, tener una actitud positiva es estar bien con uno mismo y también estar bien con los demás. Yo creo que cuando tú estás bien y cuando también proyectas esas ganas de hacer bien las cosas y de ser majete y de buen rollo, pues al final también impregnas, de alguna manera, actitud positiva a los demás. En mi caso, yo creo que he nacido con actitud positiva, pero también me lo he tenido que trabajar a lo largo de los años. He tenido varios episodios en mi vida donde, a nivel personal, pues, en fin, tuve un tema médico importante y lo que me salvó y lo que me ayudó directamente fue tener una buena actitud y enfrentarme a la situación de una manera muy positiva. Recuerdo cuando empecé mi carrera profesional, bueno, era estudiante en Berklee y, bueno, pues siempre estaba el “no”. O sea, siempre todo el mundo me decía: “No, no puedes hacer esto, no, no puedes trabajar”. Y cada “no” yo lo quería, de alguna manera, transformar en un “sí”. Recuerdo, por ejemplo, mi primera grabación con la orquesta. No tenía músicos, no tenía pasta para pagarles y pensé: “Joder, ¿cómo puedo hacer para conseguir buenos músicos y que graben lo que hago?”. Entonces iba para estudiantes que iban a Berklee o que iban a otros centros educativos. Les paraba y les decía: “Oye, ¿quieres grabar para una grabación que estoy haciendo? No tengo pasta, pero, bueno, tengo una carta de recomendación y pizza”. Y entonces la gente con la pizza, pues decían: “Ah, pues sí”. Entonces, claro, intenta siempre buscar el “sí” en la gente y, sobre todo, pues con humor e intentando ser majete. Siempre intento buscar ese equilibrio entre ser positivo y, bueno, pues también ser realista con mis circunstancias.

03:12 Lucas Vidal Todos tenemos momentos buenos y, por supuesto, momentos malos. Yo, como artista, pues tengo muchos picos, como es lógico. El ego también te la juega y, bueno, es normal. Es normal, no pasa nada; a veces puedes sentirte triste. Y, bueno, creo que el tema es intentar ser consciente de que es un momento limitado y que puede haber un mejor momento. Del día a día, cuando a veces me pueda sentir, pues, triste, pum. Pienso: “Venga, ahora es un momento, es normal, somos humanos y, bueno, esto eventualmente tiene que parar y se pasará y estaré mejor”. Y siempre intento relativizar. Es decir, respiro y pienso: “A ver, Lucas, si todos nos vamos a morir”. Mi música en 100 años no sabrá nadie, ni quién era yo, ni quién era nadie. Entonces intento relajarme y, desde luego, esta actitud positiva de decir: “Oye, voy a aprovechar el tiempo y voy a intentar aprovecharlo bien cada segundo”. Y, además, cada segundo intentando ser buena gente, intentando ser majete y, si hay cosas que me afectan, pues intentar darle esa vuelta. Recuerdo con todo el proceso de la quimio, que mi padre siempre me decía: “Lucas, ahora sé que no es cómodo, es complejo todo este tema de la quimio, te sientes muy mal, pero intenta proyectarte, proyéctate al futuro que vas a estar bien, que ya vas a poder seguir con tu carrera profesional, con tu piano, con tu música”. Entonces, en esos momentos donde estaba muy de bajón, pues intentaba proyectar y eso fue un gran ejercicio que lo intento practicar en el día a día.

05:03 Lucas Vidal Yo creo que, a la hora de afrontar un proyecto, es igual de importante cuidar el factor humano que el profesional. Cuando dirijo orquestas, me ayuda mucho tener empatía con los músicos. Y, además, creo que son los pequeños detalles. Por ejemplo, si tengo una sección de violín y tengo que estar dirigiendo y mirándolos, yo no voy a ver solo a los primeros violinistas, me voy a dedicar a ver más a los de atrás, que a lo mejor no tienen tanta visibilidad. Pues invierto más tiempo en ellos y sonrío. Y cuando hacen las cosas bien, sonrío. Y cuando hacen las cosas mal, también sonrío. Y si lo hacen muy mal, pues paro y digo: “Haced esto bien”. O hago el cambio, pero bien y de un modo relajado. Creo que, al final, también la música cuando la tocan músicos, ahí es donde se crea la magia, la magia del humano, de la imperfección, de alguna manera. Y creo que si están relajados y si yo también estoy relajado y ellos ven que yo estoy relajado al final todo sale mucho más fluido. Siempre que llego a un estudio, siempre, lo que hago es llevar comida para los músicos, que parece una tontería, pero no lo es. Si es en España, jamoncito del bueno, queso… Y ya solo con ese gesto ya conectas. Entonces ya la gente dice: “Oye, qué detalle, que me ha traído jamón”. O si es en Estados Unidos, pues no sé, una pizza o lo que sea. Tener detalle, el detalle. El hacer, no sé, reconocer el valor del tiempo de las personas que están ahí para entre todos sacar un proyecto. Cuando conectamos, definitivamente somos capaces de hacer grandes cosas. Es más, me acuerdo en Los Ángeles de una grabación que tuve, que no salía, estaba con unos músicos de jazz, era un proyecto bastante complejo. No me salía y quería expresar, pero no salía. Y de repente hubo como, no sé, una empatía guay, un ‘flow’ muy guay, un momento donde acabamos conectando y salió, y salió magia. Siempre recuerdo ese momento como una auténtica pasada y un momento de conexión real, de conexión profunda.