En esta entrevista, hemos tenido el placer de hablar con Keita Baldé, futbolista de primera división que hizo posible la campaña solidaria de los temporeros de Lérida en plena pandemia de coronavirus.
Primero, conozcamos más sobre el deportista. Keita Baldé es hijo de padres senegaleses que llegaron a España con el objetivo de un futuro mejor. Nació en Arbúcies, Girona y desde muy pequeño vivió el fútbol como su sueño. Uno que, gracias a su esfuerzo y talento, finalmente cumplió.
El delantero fue reclutado por la cantera del F. C. Barcelona. Comenzó su carrera en primera división en 2011 con el S. S. Lazio y pasó por varios clubes italianos como el Inter de Milán en 2018, el U. C. Sampdoria en 2020 y el Cagliari Calcio en 2021. En estos años, también fue trasladado al A. S. Mónaco F. C., lo que le aportó una mayor perspectiva profesional y capacidad de adaptación.
Sin embargo, la evolución de su carrera le ha llevado a la Liga Premier de Rusia de la que forma parte desde 2022 en la plantilla del F. C. Spartak de Moscú.
Aun así, Keita Baldé no se conformaba solo con eso, sino que, a pesar de tener doble nacionalidad, senegalesa y española, en 2022 decidió jugar con la selección de Senegal la Copa de África. La ilusión por ver a sus padres disfrutar de su fútbol y poder emocionar a su país de origen y su gente, le animó a tomar la decisión.
Ese espíritu de solidaridad es el que motiva a Keita en sus decisiones, y lo hemos comentado en nuestro encuentro.
¿Por qué Keita Baldé eligió ser solidario con los temporeros de Lérida?
A los 25 años, el futbolista se encontró con una realidad que no esperaba. Mientras estaba navegando en Instagram, descubrió un vídeo en el que hablaba el actor Paco León con Serigne Mamadou, un temporero de la recogida de fruta de Lérida.
A medida que el vídeo avanzaba, Keita Baldé conectaba más con la historia y se iba creando algo en su interior que crecía segundo a segundo: la solidaridad y la necesidad de ayudar para superar adversidades.
Los protagonistas del vídeo narraban la realidad de los temporeros africanos que viajan hasta Lérida para trabajar en el campo en unas condiciones muy difíciles y sin respaldo. Pese a que siempre ha sido un trabajo muy complicado, durante la pandemia del coronavirus, en la primavera de 2020, la situación se tornó grave y peligrosa para los trabajadores.
«Se encontraron con una ciudad desértica, sin ningún tipo de servicio básico. Todos los bares estaban cerrados, no había sitio donde dormir ni donde asearse», asegura Nogay Ndiaye, profesora de secundaria y activista por los derechos, que se volcó con la causa.
«Es muy duro, es una pesadilla», se sincera Serigne Mamadou, temporero que también nos acompaña para contar la historia de todos los africanos y pedir que se les trate como merecen.
Dentro de esta injusticia y tsunami de emociones, Keita Baldé sintió que no podía quedarse parado. Sentía una gran responsabilidad de ayudar a esas doscientas personas que habían viajado desde su hogar para trabajar en el campo y ganarse la vida.
La historia de Keita Baldé: un ejemplo de solidaridad
Desde el momento en el que vio el vídeo, conectó con la historia y, por tanto, con Serigne Mamadou. De esta forma, se puso manos a la obra para implicarse al cien por cien en la causa poniendo en marcha una campaña de solidaridad.
Sabía que «podía haber dificultades, pero la voluntad es más grande que los problemas», indica Keita al hablarnos de cómo se encontró con muchas trabas al buscar un lugar en el que los trabajadores pudieran dormir. Sin embargo, su empeño se convirtió en una motivación personal y finalmente consiguió alquilar un edificio entero para alojar a 60 temporeros, el Hotel Reina Isabel.
Además, se ocupó de enviar cada semana dinero para comida y otras necesidades básicas que pudieran tener y envió varias furgonetas llenas de ropa nueva para los temporeros, quienes la recibieron con agradecimiento. Es así como se produce la conexión, el delantero y estas doscientas personas en situación de vulnerabilidad estarán siempre conectados de una forma muy especial.
Nogay Ndiay nos comenta cómo ella y otros voluntarios se encargaron de cocinar para doscientas personas día tras día gracias a la ayuda de Keita Baldé.
Así se convirtió en un ejemplo de solidaridad, del que su madre, Maiuma Baldé, con quien hemos tenido el placer de charlar, solo puede sentir orgullo.
Ser solidario puede ayudar a cambiar vidas
Hay situaciones que despiertan nuestra empatía hasta tal punto que nos motivan a ayudar a personas que no conocemos. Por ello, en ocasiones es positivo reflexionar sobre la importancia de ser solidario y no mostrarnos impasibles frente a las necesidades de los más vulnerables porque esto puede cambiar vidas.
El apoyo de Paco León con la campaña solidaria #RegularizaciónYa
La campaña solidaria Regularización Ya nació con el objetivo de solicitar al gobierno la regularización de inmigrantes que estaban trabajando y viviendo totalmente desamparados en nuestro país en plena crisis del coronavirus.
Paco León, reconocido más allá de su faceta de actor, director y productor de cine como activista, se volcó totalmente con esta causa al conectar con la situación desfavorable de los temporeros de Lérida. Esto hizo posible que se posicionara para ser el altavoz en la opinión pública de esta campaña. Gracias a él, ese vídeo se hizo posible e impactó a Keita Baldé, que activó toda la cadena de ayuda.
Lo que cuenta, como indica Keita Baldé, es «la intención de ayudar sin necesidad de recibir nada a cambio».
Porque cuando conectamos, somos capaces de hacer cosas increíbles si todos vamos en la misma dirección.