Nos adentramos en un proyecto que motivó a una ciudad entera e impulsó la participación ciudadana por un objetivo común ligado al deporte. Si aún no conoces el críquet, la importancia del críquet en España y cómo puede unir comunidades, sigue leyendo y descubre con nosotros la pasión de los asiáticos residentes en Barcelona por este deporte.
¿Qué es el críquet?
Pero, ¿qué es el críquet? Es posible que no conozcas el críquet, o al menos no de primera mano. El críquet es un deporte de grupo, de bate y pelota que reúne a dos equipos compuestos por once jugadores cada uno. Podemos decir que tiene ciertas similitudes al béisbol, pero con sus características propias.
Este deporte tiene su origen en Inglaterra y es un fenómeno de masas en países asiáticos como India o Pakistán, entre otros. Para que te hagas una idea de qué es el críquet, en cuanto a su importancia y seguimiento, podemos decir que es el equivalente al fútbol para la población española.
El críquet se juega en campo de hierba de forma ovalada y esto es lo que nos lleva a contar esta gran historia. El críquet en España es un deporte que siguen y juegan un volumen interesante de personas, sin embargo, se encuentran con un problema común para poder practicar su deporte favorito: no existen muchos campos de críquet en los que entrenar y competir con las condiciones oportunas para este deporte.
Vamos a hablarte del proyecto que apostó por la pasión hacia este deporte gracias a la participación ciudadana en Barcelona y quién se benefició de ello.
¿Quién juega a críquet en Barcelona?
El críquet en España, como hemos comentado, es un deporte con gran público, pero en Barcelona se vive con gran entusiasmo. Hablamos de la población asiática residente en la ciudad que está compuesta por más de 150.000 personas. Este grupo está compuesto por residentes que, principalmente, provienen de Pakistán, India y Bangladesh y gran parte de ellos muestran una gran pasión por el críquet.
Volviendo a su problema, la falta de un campo de críquet en Barcelona supone una limitación en su juego y, en consecuencia, un freno para este deporte que supone tanto para estas personas. Como indica Carla Burriel, de la Fundación FEEB (Fundació per a l’esport i l’educació de Barcelona) sobre este proyecto de participación ciudadana: «Queremos que la ciudad integre».
La convivencia pasa por la adaptación en las dos partes, es decir, por parte de los ciudadanos, pero también por parte de la ciudad. Esta debe hacer un esfuerzo por mostrarse como un hogar para todos sus habitantes atendiendo a sus necesidades, tradiciones y creencias que suman ya que la ciudad es de la gente que la pisa, como asegura el entrenador Shahbaz Shaukat, con quien hemos tenido el placer de conversar.
El origen de los primeros campos de críquet en Barcelona
Ahora vamos a contarte el gran logro de la participación ciudadana en Barcelona y cómo un proyecto propuesto por el pueblo puede marcar la diferencia para tantas personas, como el proyecto musical de Barrios Orquestados, del que hablábamos hace un tiempo.
Empezamos por el principio, en Barcelona, el ayuntamiento animó a los habitantes a presentar propuestas conjuntas para cumplir necesidades específicas. En cada distrito se escogieron los veinte proyectos más votados de la ciudad. Estos proyectos pasaron a una segunda fase y, entre todos ellos, el proyecto de participación ciudadana más votado por un total de 800 personas fue la solicitud de construcción de un campo de críquet.
Durante un año, las jugadoras de críquet de Barcelona estuvieron jugando a este deporte, entrenando y compitiendo, en una zona que no cumplía con las necesidades básicas para este deporte, ni ninguno otro. Sin acceso a vestuarios, sin delimitaciones en el campo, etc. Por ello, resulta tan valioso socialmente este campo.
El críquet es una expresión cultural de las comunidades asiáticas que viven en Barcelona, y gracias a este proyecto promovido por la ciudadanía, que ha acontecido como un voluntariado, ahora tendrá una presencia mucho más valiosa y mayor accesibilidad, como nos comenta Gnula Sarwar, de la Federación Catalana de Críquet.
La construcción del campo concluye a finales de 2023 y esto supondrá un antes y un después en el ámbito de los campos de críquet en España, pero un cambio mucho más intenso en Barcelona para muchos jóvenes que adoran este deporte. Hemos tenido el placer de hablar con varias jugadoras que nos cuentan qué supone para ellas este deporte.
Hifsa Butt, de 19 años, jugadora de críquet, declara que este deporte le sirve para concentrarse, para olvidar todo lo malo y sentirse bien.
Por otro lado, Noor Basharat, de 17 años, nos asegura que si está triste se olvida de todo lo malo que pueda tener en la mente y se ilusiona y se concentra en el juego.
Además, el críquet conecta a personas que pueden apoyarse unas a otras y ayudarse. Conocer gente y ampliar el círculo social abre puertas y hace posible un crecimiento y un asentamiento e integración más natural y seguro.
Por último, Muskam Naseeb, jugadora de 16 años, nos dice una frase que nos mueve y le damos toda la razón: Para salir adelante necesitas un equipo.
Y así es, para construir un presente y un futuro de calidad necesitas un equipo de personas que te sirva de referente, apoyo, guía y lugar seguro en el que crecer y acudir cuando lo necesites.
Este proyecto nos muestra que gracias a la participación ciudadana nos conectamos y somos capaces de hacer cosas increíbles.