Hay personas que viven su vida exprimiendo cada minuto, aquellas que disfrutan de su pasión sin importar las circunstancias en las que se encuentren porque la ilusión pesa más que cualquier obstáculo. Hoy queremos hablaros de una de estas personas: Toñejo Rodríguez, el hombre apasionado de las carreras que cambió la tierra por la motonáutica para aprender a recuperar la ilusión tras un grave accidente en quad.
Sigue leyendo y descubre su historia de superación gracias a las carreras de motos de agua tras una grave lesión de espalda que le dejó parapléjico.
Los inicios de Toñejo Rodríguez en la competición: motocross y quad
Toñejo Rodriguez comenzó su carrera deportiva con tan solo quince años en la categoría juvenil de Motocross, sin embargo, la primera carrera que corrió fue con la licencia de su hermano, ya que él no tenía. Pero cuando Toñejo se ponía una meta, no había quien le frenara.
«Encontrar el lugar en el que sentirse libre al cien por cien es algo mágico», nos confiesa nuestro invitado, y él lo encontró en la competición, aquella de la que nada ni nadie le iba a separar.
En nuestra charla con el piloto de moto de agua nos comenta que en esa época se vivía rápido y te divertías a un nivel que no te permitía darles muchas vueltas a las cosas. Sin embargo, su carrera iba viento en popa y los pódiums se acumulaban uno tras otro.
A día de hoy, Toñejo Rodríguez ha disfrutado del Dakar, el Mundial de Acapulco, la Copa del Rey o la Baja California, entre otras. Dentro de su palmarés se encuentran reconocimientos que le posicionan como una verdadera leyenda de la competición en velocidad como ser Campeón de España y Subcampeón del Mundo de Motos de Agua. Además, y pese a su paraplejia, es el primer piloto español en pilotar un Fórmula 1 del mar.
Accidente en Quad: una lesión de espalda que no consiguió frenarle
En 1990, nuestro protagonista estaba en la cresta de la ola. Con tan solo 25 años acababa de ganar el Campeonato de España de Quads. Se sentía imparable y conoció lo que era vivir ilusionado haciendo aquello que le hacía feliz.
Sin embargo, en un segundo, la vida de Toñejo Rodriguez cambió en plena carrera. Cuando estaba disputando el Rally Raid Quinto Centenario, en primera posición y a tan solo tres kilómetros de la meta, sufrió el accidente que le ocasionó una lesión dorsal a nivel 3, además de varias lesiones más, dejándole parapléjico, como nos comenta su doctor y amigo Albert Bourau.
La vida de Toñejo cambió de la noche a la mañana y quedó en silla de ruedas, reduciendo sus posibilidades de continuar disfrutando su pasión por las carreras a cero.
Muchas personas que se encuentren en esta situación reaccionaría de una forma diferente, pero Toñejo Rodríguez no es cualquier persona. Dieciocho meses en el hospital para Toñejo sirvieron mucho más que para recuperarse físicamente. El piloto, que se considera un soñador y nosotros no podemos estar más de acuerdo, utilizó ese año y medio para encontrar el deporte que le permitiera seguir viviendo con ilusión y seguir disfrutando de su pasión por el deporte.
Así fue como nuestro invitado encontró su nueva pasión: las motos de agua. «Voy sentado, esto es una chorrada», pensó y así se lo hizo saber a su médico, que le apoyó en su nueva aventura en motos acuáticas.
Un nuevo inicio sobre motos acuáticas
Toñejo Rodríguez decidió que el accidente en quad no le iba a frenar en el deporte y apostó por un medio que nunca había probado en competición: las motos de agua.
Fue a por ello para recuperar la ilusión y con toda la fuerza y las ganas que le caracterizan, pero se encontró con la primera traba. El presidente de la Federación española de motonáutica le exigió un certificado médico que, en un primer momento, nadie le quiso hacer, excepto el doctor Albert Bourau.
Al principio, Toñejo y su equipo solo encontraron dificultades porque su lesión es bastante alta y, por tanto, una gran discapacidad física que le hace tener la tendencia de caer hacia los lados. Sin embargo, encontraron una primera solución fácil: para evitar las caídas laterales, le ataron con unas correas e iba conduciendo la moto debajo del volante prácticamente, nos explica el piloto de motos de agua.
Durante una competición tuvo otro susto que le hizo replantearse de nuevo su trayectoria deportiva. En una de esas caídas en moto acuática, Toñejo volcó y se quedó boca abajo en el agua atado a la moto. Por ello, tuvieron que idear un asiento especialmente diseñado para él que le sujetara con mayor seguridad.
Según cogió la moto de agua con su nuevo sistema de asiento, nuestro invitado ya sabía que podía volver a la competición con garantías de marcar la diferencia. Probó y dejó atrás sus limitaciones, era consciente de lo que podía llegar a hacer y ahora nada le iba a frenar, ni siquiera una lesión de espalda. Tanto así que ganó el Campeonato de España.
«Me subía en la moto y se me olvidaba que estaba en silla de ruedas», nos asegura.
Las claves de Toñejo: vivir con ilusión y rodearse de gente maravillosa.
«Aquí no hay supermanes, aquí lo que hay es ilusión». Eso es lo que ayuda a Toñejo Rodríguez a seguir disfrutando de lo que le apasiona, el deporte. Vivir con ilusión y compartir cada día con gente que quiere, así como sentirse querido. Esto es lo que en definitiva nos hace felices y nos impulsa a tener metas comunes.
Nuestro invitado sigue asegurando que lo que quiere es seguir corriendo aventuras, cuantas más mejor, divertirse y estar con la gente que me quiere. «Tengo una vida privilegiada porque tengo un equipo de gente extraordinaria en mi vida». Porque lo cierto es que el equipo en el deporte y el equipo en la vida personal no es tan diferente, ambos tienen el objetivo de apoyarse unos a otros.
En este camino que ha recorrido Toñejo Rodríguez a lo largo de su carrera y pasando por su accidente y lesión, se ha dado cuenta que «No hay nada más bonito en el mundo que regalar a cambio de nada». Por ello, Toñejo ayuda a los demás hoy en día colabora con la Fundación Lo Que De Verdad Importa apoyando a personas que lo están pasando mal por diferentes razones. Él es un ejemplo a seguir y una muestra de vivencias y cómo sobreponerse a ellas.
Las motos de agua le salvaron de la desazón y le enseñaron a seguir viviendo con ilusión dentro del mundo del deporte. Tanto, que actualmente es conferenciante y periodista además de deportista.
Pasión, ilusión y equipo, las tres palabras que siempre menciona cuando le preguntan cuál es su lema de vida. Porque juntos, y con la gente que queremos y la ilusión que nos une, podemos hacer cosas increíbles.