Telefonica logo
  1. Home
  2. Inspírate
  3. Cómo recuperar la ilusión compitiendo…

Cómo recuperar la ilusión compitiendo en motos de agua

Toñejo Rodríguez

· Piloto

Hay personas que viven su vida exprimiendo cada minuto, aquellas que disfrutan de su pasión sin importar las circunstancias en las que se encuentren porque la ilusión pesa más que cualquier obstáculo. Hoy queremos hablaros de una de estas personas: Toñejo Rodríguez, el hombre apasionado de las carreras que cambió la tierra por la motonáutica para aprender a recuperar la ilusión tras un grave accidente en quad.

Sigue leyendo y descubre su historia de superación gracias a las carreras de motos de agua tras una grave lesión de espalda que le dejó parapléjico.

Los inicios de Toñejo Rodríguez en la competición: motocross y quad

Toñejo Rodriguez comenzó su carrera deportiva con tan solo quince años en la categoría juvenil de Motocross, sin embargo, la primera carrera que corrió fue con la licencia de su hermano, ya que él no tenía. Pero cuando Toñejo se ponía una meta, no había quien le frenara.

«Encontrar el lugar en el que sentirse libre al cien por cien es algo mágico», nos confiesa nuestro invitado, y él lo encontró en la competición, aquella de la que nada ni nadie le iba a separar.

En nuestra charla con el piloto de moto de agua nos comenta que en esa época se vivía rápido y te divertías a un nivel que no te permitía darles muchas vueltas a las cosas. Sin embargo, su carrera iba viento en popa y los pódiums se acumulaban uno tras otro.

A día de hoy, Toñejo Rodríguez ha disfrutado del Dakar, el Mundial de Acapulco, la Copa del Rey o la Baja California, entre otras. Dentro de su palmarés se encuentran reconocimientos que le posicionan como una verdadera leyenda de la competición en velocidad como ser Campeón de España y Subcampeón del Mundo de Motos de Agua. Además, y pese a su paraplejia, es el primer piloto español en pilotar un Fórmula 1 del mar.

Accidente en Quad: una lesión de espalda que no consiguió frenarle

En 1990, nuestro protagonista estaba en la cresta de la ola. Con tan solo 25 años acababa de ganar el Campeonato de España de Quads. Se sentía imparable y conoció lo que era vivir ilusionado haciendo aquello que le hacía feliz.

Sin embargo, en un segundo, la vida de Toñejo Rodriguez cambió en plena carrera. Cuando estaba disputando el Rally Raid Quinto Centenario, en primera posición y a tan solo tres kilómetros de la meta, sufrió el accidente que le ocasionó una lesión dorsal a nivel 3, además de varias lesiones más, dejándole parapléjico, como nos comenta su doctor y amigo Albert Bourau.

La vida de Toñejo cambió de la noche a la mañana y quedó en silla de ruedas, reduciendo sus posibilidades de continuar disfrutando su pasión por las carreras a cero. 

Muchas personas que se encuentren en esta situación reaccionaría de una forma diferente, pero Toñejo Rodríguez no es cualquier persona. Dieciocho meses en el hospital para Toñejo sirvieron mucho más que para recuperarse físicamente. El piloto, que se considera un soñador y nosotros no podemos estar más de acuerdo, utilizó ese año y medio para encontrar el deporte que le permitiera seguir viviendo con ilusión y seguir disfrutando de su pasión por el deporte. 
Así fue como nuestro invitado encontró su nueva pasión: las motos de agua. «Voy sentado, esto es una chorrada», pensó y así se lo hizo saber a su médico, que le apoyó en su nueva aventura en motos acuáticas.

Un nuevo inicio sobre motos acuáticas

Toñejo Rodríguez decidió que el accidente en quad no le iba a frenar en el deporte y apostó por un medio que nunca había probado en competición: las motos de agua. 

Fue a por ello para recuperar la ilusión y con toda la fuerza y las ganas que le caracterizan, pero se encontró con la primera traba. El presidente de la Federación española de motonáutica le exigió un certificado médico que, en un primer momento, nadie le quiso hacer, excepto el doctor Albert Bourau.

Al principio, Toñejo y su equipo solo encontraron dificultades porque su lesión es bastante alta y, por tanto, una gran discapacidad física que le hace tener la tendencia de caer hacia los lados. Sin embargo, encontraron una primera solución fácil: para evitar las caídas laterales, le ataron con unas correas e iba conduciendo la moto debajo del volante prácticamente, nos explica el piloto de motos de agua.

Durante una competición tuvo otro susto que le hizo replantearse de nuevo su trayectoria deportiva. En una de esas caídas en moto acuática, Toñejo volcó y se quedó boca abajo en el agua atado a la moto. Por ello, tuvieron que idear un asiento especialmente diseñado para él que le sujetara con mayor seguridad.

Según cogió la moto de agua con su nuevo sistema de asiento, nuestro invitado ya sabía que podía volver a la competición con garantías de marcar la diferencia. Probó y dejó atrás sus limitaciones, era consciente de lo que podía llegar a hacer y ahora nada le iba a frenar, ni siquiera una lesión de espalda. Tanto así que ganó el Campeonato de España.  
«Me subía en la moto y se me olvidaba que estaba en silla de ruedas», nos asegura.

Las claves de Toñejo: vivir con ilusión y rodearse de gente maravillosa.

«Aquí no hay supermanes, aquí lo que hay es ilusión». Eso es lo que ayuda a Toñejo Rodríguez a seguir disfrutando de lo que le apasiona, el deporte. Vivir con ilusión y compartir cada día con gente que quiere, así como sentirse querido. Esto es lo que en definitiva nos hace felices y nos impulsa a tener metas comunes. 

Nuestro invitado sigue asegurando que lo que quiere es seguir corriendo aventuras, cuantas más mejor, divertirse y estar con la gente que me quiere. «Tengo una vida privilegiada porque tengo un equipo de gente extraordinaria en mi vida». Porque lo cierto es que el equipo en el deporte y el equipo en la vida personal no es tan diferente, ambos tienen el objetivo de apoyarse unos a otros.

En este camino que ha recorrido Toñejo Rodríguez a lo largo de su carrera y pasando por su accidente y lesión, se ha dado cuenta que «No hay nada más bonito en el mundo que regalar a cambio de nada». Por ello, Toñejo ayuda a los demás hoy en día colabora con la Fundación Lo Que De Verdad Importa apoyando a personas que lo están pasando mal por diferentes razones. Él es un ejemplo a seguir y una muestra de vivencias y cómo sobreponerse a ellas. 

Las motos de agua le salvaron de la desazón y le enseñaron a seguir viviendo con ilusión dentro del mundo del deporte. Tanto, que actualmente es conferenciante y periodista además de deportista.

Pasión, ilusión y equipo, las tres palabras que siempre menciona cuando le preguntan cuál es su lema de vida. Porque juntos, y con la gente que queremos y la ilusión que nos une, podemos hacer cosas increíbles.

Transcripción

00:02 Toñejo Rodríguez (Piloto A mí el campo ha sido lo que más me ha gustado siempre. Empecé a correr en motocross y saltabas, volabas… La primera carrera que yo corrí, la corrí con la licencia de mi hermano, porque yo no podía sacármela. Fíjate que locura si hubiera pasado algo. Mi hermano salía en un apartado en el periódico: Juan Alberto gana un podio. Todo el barrio me conocía… Las pandillas de las motos íbamos haciendo caballitos, hacíamos unas locuras que obviamente hoy no se podrían hacer. Se iba rápido y, sobre todo, te divertías. Salíamos… Era Madrid, Trujillo, Trujillo, Sevilla, Sevilla, Huelva… Bueno, una ruta… La organización era espectacular. Yo no pinchaba, yo iba perfecto, me iba todo bien y los demás tenían problemas. Y aparece otro de esos amigos míos que se llama Luis Rosell. Me dijo: "Ten cuidado, que vas muy, muy deprisa, ten cuidado que los rallys son largos". Había un badén que hacía así. Pegué contra la pared, subí hacia arriba. Pero yo, nada más pegar, me partí. Yo en el aire ya iba partido. Yo lo sabía. ¡No, no, no! A mí nadie me tuvo que decir lo que me había pasado.

01:33 Voz Antonio Rodríguez sufrió una caída y se encuentra internado en una clínica sevillana. Desde aquí, le mandamos un saludo cordial con nuestros mejores deseos para una pronta recuperación. Toñejo, como nosotros le llamamos, en breve, yo creo que le veremos en las pistas, en los circuitos nuevamente en los que él participa.

01:54 Albert Bourau (Médico) Una lesión a nivel dorsal tres. Ya estamos hablando de muy arriba, una lesión muy alta. Y me viene: "Yo te quiero decir una cosa y tú dime lo que pienses".

02:11 Toñejo Rodríguez (Piloto) A ver, he estado pensando que quiero correr en moto de agua. Ahí voy sentado. Esto es una chorrada.

02:17 Albert Bourau (Médico) Solo, y simplemente, le dije: "Pues claro".

02:22 Toñejo Rodríguez (Piloto) El presidente de la Federación me exige un certificado médico que nadie me hacía, y Albert Bourau me lo hizo. No vamos a correr la primera carrera de la Magna. Una cosa será el pantano y otra cosa era el mar.

02:37 Albert Bourau (Médico) Al principio hubo dificultades porque, como su lesión es bastante alta, tiene tendencia a caer hacia los lados, pero le atamos con unas correas.

02:46 Toñejo Rodríguez (Piloto) Y yo iba llevando a la moto debajo del volante. La cabeza me decía que podía, pero el cuerpo no. Y en una de estas volcó y se quedó boca abajo.

03:00 Toñejo Rodríguez (Piloto) Tuvimos que idear un asiento que le sujetara un poco. Un asiento de un barco pequeñito.

03:09 Toñejo Rodríguez (Piloto) Me di una vuelta con la moto y ya me veía bien. Entraba donde quería, apoyaba la moto donde quería, ya sabía que podía. Y ganamos el campeonato de España, el campeonato de España, el campeonato de España...

03:25 Toñejo Rodríguez (Piloto) Yo me subía en la moto, me ponía el casco y se me olvidaba que estaba en la silla de ruedas.

03:37 Toñejo Rodríguez (Piloto) Aquí no hay supermanes, aquí lo que hay es ilusión. ¿Yo por qué hago las cosas? Porque me hace ilusión. Ya no he superado nada. Yo lo que quiero es subirme los coches, correr las carreras, hacer aventuras. Cuanto más mejor. Divertirme y estar con la gente que me quiere. Yo tengo una vida privilegiada, porque tengo un equipo de gente extraordinario en mi vida. Yo tengo esa suerte. Yo siempre que puedo ayudar a alguien que está en una silla, yo feliz. No hay nada más bonito en el mundo que regalar a cambio de nada.