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¿Por qué ser violinista? La historia de Kamran Omarli
Cuando encontramos aquello que nos mueve, debemos luchar hasta conseguirlo. Esa es la historia de Kamran Omarli, un violinista que con tan solo 28 años es internacionalmente conocido como un virtuoso de la música.
En nuestro encuentro con él nos cuenta cómo persiguió su sueño trabajando día tras día sin dejarse llevar por la frustración. Creer en uno mismo y conectar con aquellos que te puedan mostrar el camino y alentar es la mejor estrategia. 4.400 kilómetros separan Azerbaiyán de España y solo ahora, mirando atrás, el violinista es consciente de todo el recorrido que hecho hasta el momento.
Hoy hablamos con Kamran Omarli, el chico de Azerbaiyán al que el violín le cambió la vida.
Los orígenes de Kamran Omarli y cómo aprendió a tocar el violín
Kamran nació en Xaçmaz, Azerbaiyán, en 1994, unos años inestables para el país que, sin duda, dejaron huella en sus habitantes y, por tanto, también en Kamran.
Sin embargo, la familia es el mayor pilar en el que nos apoyamos, y en la de Kamran Omarli se sentían más unidos que nunca. En su hogar se vivía la música de una forma especial, ya que su madre cantaba y su padre tocaba el piano; por eso, desarrolló una alta sensibilidad por ella desde niño.
Desde muy pequeño comenzó su camino para alcanzar su sueño de ser violinista. A la corta edad de 7 años sus padres le animaron a apuntarse al conservatorio de música donde conoció a la primera maestra de vida y violín de su carrera: Ilhama Agayeva.
Conexiones en la Escuela Superior de Música Reina Sofía
Con una larga experiencia como maestra de violín, Ilhama Agayeva concedió a Kamran Omarli dos de los regalos más importantes para triunfar: confianza y apoyo.
Gracias a ella, se atrevió a soñar con el reconocimiento internacional y, tras mucho esfuerzo y trabajo duro, comenzó a participar en certámenes y concursos con la seguridad de un músico profesional. La confianza en uno mismo es gran parte del recorrido hacia el éxito del violinista, y Kamran Omali así nos lo transmite.
En 2010 dio un salto más en su viaje cuando se presentó al Concurso Internacional de Violín Henryk Wieniawski, en Polonia. Este evento le acercaría a una de las personas que más influyó en su carrera: Maxim Vengerov.
Hay cuerdas que unen y, para Kamran, Ilhama y Maxim, fueron las del violín.
Maxim Vengerov
Maxim Vengerov es un reputado violinista, mentor y director de orquesta al que, tanto Ilhama como Kamran, admiraban profundamente. La vida les tenía reservada una sorpresa o, mejor dicho, una oportunidad: resultó ser uno de los miembros del jurado de dicho concurso internacional.
Kamran Omarli acudió a una de las eliminatorias que se desarrollaban en su ciudad, Bakú. Se preparó intensamente, con dedicación, y todo volvió a cambiar al ganar el concurso.
Así conectó con Maxim, quien le aportó fuerza para seguir mejorando, conocimiento e inspiración. Para Kamran fue un privilegio aprender de un violinista famoso que comenzó en la música con tan solo 5 años. Pero la generosidad del artista iba más allá, como quedó demostrado cuando tiempo después le presentó a su propio mentor: Zakhar Bron.
Zakhar Bron
Kamran habla de Zakhar Bron como «el profesor de los genios»; y es que su trayectoria le define. De origen kazajo, se formó en varias escuelas de renombre y finalizó sus estudios con la Licenciatura en el Conservatorio Tchaikovsky con Igor Oistraj.
Actualmente es profesor titular de la cátedra de Violín Telefónica en la Escuela Superior de Música Reina Sofía en Madrid. Zakhar fue el que impulsó a Kamran a intentar acceder a ella con 17 años. Esta conexión, desde 2012, sacó lo mejor de él, ya que, aunque con mucho sacrificio, consiguió el acceso a la escuela y terminó de formarse en ella hasta 2021.
Gracias a estas conexiones y al trabajo por un sueño, Kamran Omarli es actualmente considerado un virtuoso violinista con un recorrido increíble.
Ser violinista para unir culturas
El poder que tiene la música para unir a las personas es algo sorprendente. Se basa en la importancia de entendernos unos a otros para crear melodías y dar lugar a todos los puntos de vista para enriquecernos.
Muestra de ello es la Escuela Superior de Música Reina Sofía, que integra decenas de nacionalidades con un objetivo y pasión común: la música.
El arte conecta a personas y culturas que tienen más en común de lo que puede parecer a simple vista. En este viaje, Kamran Omarli ha sido acompañado por su familia y mentores, quienes finalmente se han convertido en amigos e impulsores en el crecimiento profesional como violinista y como persona.
Kamran nos comenta que no sabría decir si fue él quien eligió al violín o al revés, pero sabemos que no puede haber mejor tándem.
Transcripción
00:05 Kamran Omarli De Azerbaiyán a España hay más de 4.400 km de distancia, ¡mira! parece una cuerda, como las de violín. Yo llegué aquí por ellas y por las personas que me fueron ayudando en este viaje. Me llamo Kamran Omarli y soy violinista.
00:24 Kamran Omarli En mi casa la música era parte de la familia, mi madre cantaba y mi padre tocaba el piano, así que desde pequeño me crié rodeado de música y a los 7 años mis padres me apuntaron al conservatorio. No sé si yo elegí el violín o el violín me eligió a mí, pero fue una gran decisión. Y ahí en el Conservatorio tuve la primera conexión que me cambió la vida. Mi profesora Ilhama.
01:11 Kamran Omarli Azerbaiyán es un país musical, amamos la música, y gracias a Ilhama, que confió en mí, pude desarrollarme en lo que más me gustaba, y también empezar a soñar con dar un salto internacional.
01:24 Kamran Omarli Empecé a participar en concursos, festivales, a ser conocido, hasta que en 2010 pasó algo inesperado.
01:39 Kamran Omarli Maxim Vengérov, violinista al que mi profesora y yo admirábamos iba a ser presidente del jurado del Concurso Internacional de Violín Henryk Wieniawski, en Polonia, y una de las eliminatorias iba a ser en mi ciudad, en Bakú. Me preparé mucho, mucho, gané ese concurso y todo volvió a cambiar porque conectar con Maxim y empezar nuestra relación fue muy importante para mí por su generosidad y la fuerza que me dio para seguir mejorando.
02:14 Kamran Omarli Al poco tiempo volvió a suceder algo extraordinario. Maxim me presentó al que había sido su maestro: Zahhar Bron, profesor titular de la cátedra de violín Telefónica en la Escuela Superior de Música Reina Sofía, en Madrid. Para mí el profesor de los genios.
02:35 Kamran Omarli Fue él quien me animó a los 17 años a intentar mi ingreso en la Escuela. Me preparé a fondo y lo conseguí. Esta conexión, aunque me exigió mucho, sacó lo mejor de mí. He aprendido que en música es importante la relación personal, entender a las personas, saber cómo ven el mundo, esa conexión enriquece mucho la forma de tocar, y une, une culturas, historias que no son tan diferentes, tres personas de tres países que tienen conflictos, creando música hermosa.
03:21 Kamran Omarli Conectar con Izem y Hayk ha vuelto a cambiar mi vida, ¿quién o quiénes serán los próximos que vuelvan a cambiarla?