Telefonica logo
  1. Home
  2. Aprende
  3. Cómo superar la presión social…

Cómo superar la presión social con asertividad

Luis Muiño

· Psicoterapeuta y Podcaster

Nuestro invitado de hoy es uno de los psicólogos y podcaster más representativo del panorama nacional. Hablamos de Luis Muiño, el profesional de la salud mental que trata de buscar la sencillez en la psicología con sus pacientes, sus oyentes y sus seguidores de redes sociales.

Hoy abordaremos con él uno de los temas más relevantes de los últimos años y que ha cogido la importancia que se merece impulsando el estudio social de la autoestima: la presión social.

Sigue leyendo y descubre qué es la presión social, la hiperempatía y la influencia social que viven tanto adultos como adolescentes.

¿Quién es Luis Muiño?

Primero, conozcamos a nuestro invitado antes de comenzar a hablar de la presión social y el exceso de empatía. Luis Muiño es un destacado psicólogo y psicoterapeuta cuyo objetivo siempre ha sido ayudar a personas en su crecimiento personal y en momentos de crisis. 

Su experiencia en el mundo de la psicología va desde la cooperación internacional en lugares como Kósovo, El Salvador y Angola hasta la psicoterapia en clínica privada. Sin embargo, su actividad no queda ahí, ya que Luis Muiño también es un reconocido divulgador. Participa en el exitoso pódcast “Entiende tu mente”, el más escuchado sobre psicología en España y latinoamérica con más de un millón de descargas mensuales, junto a Molo Cebrián, al que ya tuvimos el placer de entrevistar, y Mónica González. 

Luis Muiño también es conocido por sus artículos en periódicos como La Vanguardia, Muy Interesante y El Confidencial. Además, es autor de varios libros exitosos, entre ellos, Perder el miedo al miedo o su última publicación La mente del futuro. Sin embargo, su carrera no se queda ahí, ya que ejerce como docente en másteres y expone en conferencias con frecuencia. 

Ahora que ya conocemos un poco más a nuestro invitado de hoy, vamos a hablar de cómo afecta la presión social y qué podemos hacer para manejarla. 

Consejos para evitar la presión social

Como comenta Luis Muiño en nuestra entrevista, vivimos en una sociedad individualista. Esto tiene una parte positiva y es que nos queremos más a nosotros mismos y buscamos algo más allá que sobrevivir, queremos ser felices en nuestra vida. 


Cuando Luis Muño aborda el tema de la salud mental, comenta que es un estimulante perfecto para conectar entre personas, sin embargo, no debemos caer en ese individualismo que comentamos, porque la mejor forma de cuidarnos a nosotros mismos es también cuidando a los demás y saber escuchar. Ahora, para saber cómo afecta la presión social a las personas, primero nos preguntaremos qué es la presión social o la presión de grupo.

¿Qué es la presión social?

Si nos preguntamos qué es la presión social, concluimos junto a Luis Muiño que es el grado en el que nos influyen las expectativas de los demás. Sabemos qué es lo que quiere la persona que tenemos enfrente y, por ello, actuamos en consecuencia para encajar en el estándar marcado por el entorno y la cultura en la que vivimos y no ser señalado.

Por lo tanto, la mejor forma de detectar qué hacemos por presión social es mirar a nuestro alrededor y ver hasta qué punto nos parecemos unos a otros y preguntarnos si eso es realmente lo que queremos. 

La presión social puede tener un impacto significativo en nuestra vida diaria. Entender qué es la presión social y cómo evitarla es crucial para mantener nuestro bienestar emocional. Esta presión puede mostrarse de varias formas, desde expectativas explícitas hasta normas implícitas dentro de un grupo. 


Gracias a Luis Muiño ya entendemos un poco más por qué hacemos lo que hacemos y cómo la presión social o coacción social nos dirige en una dirección o en otra. Por lo tanto, está en nuestra mano aprender cómo evitar la presión social. Para ello, hablemos de la asertividad y el exceso de empatía.

Asertividad

La asertividad es una habilidad esencial para enfrentar la presión social. Ser asertivo significa expresar nuestras opiniones y necesidades de manera clara y respetuosa. Según Luis Muiño, practicar la asertividad nos permite establecer límites saludables y mantener nuestra integridad frente a la presión de grupo. Esto incluye decir no cuando es necesario y defender nuestras ideas sin sentirnos mal desde el respeto. 

En palabras de Luis Muiño, la asertividad es la capacidad de tener relaciones de igualdad. Es conocer y entrenar la tolerancia a la tensión para ser capaces de transitar el conflicto y hacerle frente de una forma sana y productiva en vez de evitarlo. 

Como bien indica nuestro invitado, no se trata de ser perfecto, se trata de ir reformulándonos continuamente para hacer frente a la presión social y nuestras propias presiones internas y saber decir que no.

Cuidado con el exceso de empatía

Luis Muiño nos habla de un término muy interesante poco escuchado: la hiperempatía. Se trata del momento en el que nos olvidamos de nosotros mismos y nuestras necesidades y anteponemos las de los demás. Estamos más pendientes del otro siendo un fenómeno negativo para uno mismo.

El exceso de empatía, como también podemos definir la hiperempatía, encuentra su analogía perfecta en el juego Tetris, como comenta Luis Muiño, en el que si intentas encajar, desapareces.

Para hacer frente a esto, nuestro invitado recomienda tratar de salir de la situación y pensar si serías capaz de decepcionar a la otra persona que tienes enfrente y por la que sientes esa empatía y nos aconseja intentar perder miedo al otro dándonos a nosotros mismos la importancia que merecemos.

Aunque la empatía es una cualidad valiosa, el exceso de empatía o hiperempatía puede hacernos más vulnerables a la presión social. Luis Muiño advierte que, cuando nos preocupamos demasiado por los sentimientos de los demás, podemos olvidar nuestras propias necesidades y deseos. Es importante equilibrar la empatía con la asertividad para evitar que la influencia social nos lleve a comportarnos de manera contraria a nuestros propios valores.

Conocer el equilibrio perfecto entre nosotros mismos y el entorno, con la presión social que vivimos hoy en día, es toda una tarea. Sin embargo, no debemos dejar de intentarlo. Debemos escucharnos a nosotros mismos y escuchar a los demás para conectar, porque cuando lo conseguimos, hacemos cosas increíbles juntos.

Transcripción

00:00 Luis Muiño Hola, soy Luis Muiño y vengo a hablarte de cómo afrontar la presión social.

00:20 Luis Muiño oy psicólogo, mi vocación es intentar echar una mano. Hago podcast, escribo algún libro, y, sobre todo, hago mucha psicoterapia. Creo que lo que busco es la sencillez en la psicología. Vivimos en una cultura cada vez más individualista y la parte, yo creo buena, es que nos queremos más a nosotros mismos. Queremos algo más que sobrevivir. Me encantaría pensar que parte de este desarrollo de la salud mental tiene que ver con conectar con los demás. Pero creo que no es del todo así. Creo que, por desgracia, en una cultura individualista, entendemos casi siempre por salud mental lo nuestro. Revertir esta tendencia individualista supondría acogernos a lo que yo llamo personalismo, que es una mezcla entre individualismo y colectivismo. Es la idea de que la mejor forma de cuidarnos a nosotros mismos es también cuidar a los demás.

01:30 Luis Muiño La presión social es el grado en que nos influyen las expectativas de los demás. Casi siempre, cuando hacemos algo tenemos de alguna manera presente al otro. Sabemos que la mirada de los demás nos va a ejercer una influencia. Va a decir: “Oye, hazlo de esta manera porque a mi me conviene que lo hagas de esta manera.”

01:54 Luis Muiño Hoy en día yo creo que la presión social está mucho más interiorizada, casi siempre, cuando nos dejamos guiar por las expectativas ajenas es porque las tenemos dentro de nosotros. Y no hace falta que el otro nos presione explícitamente. Nosotros ya sabemos que es lo que quiere la persona que tenemos enfrente. No nos damos cuenta porque casi siempre, hoy en día ese tipo de presión está interiorizada. Entonces creemos que lo hacemos porque nosotros hemos decidido, pero qué casualidad que comamos, riamos, vistamos o pensemos exactamente igual que todos los demás que nos rodean.

02:38 Luis Muiño Yo creo que la mejor forma de detectar qué hacemos por presión social es mirar a nuestro alrededor y ver hasta qué punto nos parecemos en eso a todos los demás.

02:55 Luis Muiño La asertividad es la capacidad de tener relaciones de igualdad con los demás y eso es lo que equilibra la balanza cuando estamos en situaciones de poder. No se trata de que no ocurran esos desequilibrios. Eso es imposible. Probablemente no existe a la hora de relacionarnos con los otros, la libertad. Pero sí existe la liberación. Es decir, podemos volver otra vez a esa igualdad.

03:23 Luis Muiño Yo creo que entrenar la asertividad supone sobre todo dos cosas que nos suelen costar mucho a los seres humanos. La primera es trátate bien a ti mismo. Porque eso le va a servir de ejemplo al otro. La otra es la tolerancia a la tensión. Creo que hay personas que nacen con más tolerancia a la tensión, es decir, que afrontan bien el conflicto. Hay otros individuos entre los que me cuento, por cierto, que lo sobrellevamos mucho peor. Yo creo que tratar de tener más tolerancia a la tensión es una buena forma de aumentar tu asertividad. Es decir, si somos asertivos teóricamente, pero luego a la hora de la verdad no somos capaces de decepcionar al otro, entonces no lo seremos en la práctica. No se trata de ser perfecto en esto, ni mucho menos. Yo creo que se trata de ir reformulándonos continuamente, eso que hace el GPS, recalcular.

04:30 Luis Muiño Llamamos hiperempatía en psicología a ese fenómeno que hace que nos olvidemos de nosotros mismos y de nuestras propias necesidades en muchas ocasiones. Los seres humanos somos empáticos. Lo que ocurre es que se nos olvidan nuestras propias necesidades, estamos pendientes del otro, más atentos a satisfacer las expectativas de la otra persona que a hablar y a pensar por nosotros mismos. La hiperempatía es un fenómeno negativo y esto a mi me encanta recordarlo en terapia. Por supuesto, para uno mismo. Es decir, de repente nos borramos y como decía un meme famoso: algo que nos enseña el Tetris es que si intentas encajar continuamente desapareces. Darnos cuenta de que estamos cayendo en la hiperempatía no es fácil, porque en medio de la situación lo que nos va a salir es esas hormonas de: venga, yo lo que no puedo hacer es decepcionar al otro.

05:33 Luis Muiño A veces, por hiperempatía, caemos en lo que se llamaba sesgo de confirmación. Y en el mundo laboral ocurre muchas veces, vamos directos hacia la catástrofe cuando muchas personas individualmente saben que nos estamos equivocando, pero nadie se atreve a decirlo en el grupo. Hay un ejemplo fabuloso de esto que es la invasión de la Bahía de Cochinos. John Fitzgerald Kennedy tenía un grupo de asesores que todos eran amigos y eso hizo que empezaran a planificar una invasión que todos individualmente sabían que iba a ser una catástrofe pero nadie se atrevió a decirle al presidente: “Esto no se puede hacer”. Todo el mundo dudaba de que aquello fuera buena idea, incluido el presidente. Sin embargo, llegaban a las reuniones de grupo y por esto de la hiperempatía, todo el mundo decía: “Sí sí, esto va a salir estupendo, vamos adelante con ello”. Y se hizo lo que probablemente sea una de las peores decisiones de toda la historia de Estados Unidos.

06:40 Luis Muiño Entonces yo os aconsejo dos métodos que para mi funcionan. El primero es salirte de la situación y pensar si serías capaz o no de decepcionar las expectativas ajenas. Yo sería capaz de decirle a esta persona: “No, no voy a hacer esto”. Lo segundo tiene que ver con la cuestión de por qué lo hago. Es decir, cuando somos hiperempáticos, en realidad solo estamos intentando sentirnos bien. No estamos procurando ayudar al otro.

07:25 Luis Muiño En muchas ocasiones la hiperempatía viene dada por acuerdos de grupo. Cuando empieza a ocurrir un fenómeno de tribu, cuando realmente nos dividimos en nosotros y ellos por pertenecer a un grupo, mi grupo y los malos, los nuestros y los otros. Ese tipo de fenómeno se llama en psicología exogrupo y endogrupo. El exogrupo sería el grupo externo, los malos. El endogrupo sería el nuestro, aquel en el que nos consideramos pertenecientes. De alguna manera estamos dentro del grupo. Son los míos. Claro, esto en cierta medida que nos ocurre a todos cuando pertenecemos a un grupo, llevado al extremo, es la polarización que, por ejemplo, estamos viendo muchísimo en el mundo actual. Ahí perdemos completamente el pensamiento crítico. Cualquier cosa que hacen los del otro lado está mal siempre. Mi abuelo decía que nadie quiere salirse del rebaño cuando viene el lobo. Y efectivamente, en otras culturas, en otras épocas, era muy difícil salirse del rebaño. Pensar en que endogrupo os situáis y cuanto os hace perderos de lo que hacen los del exogrupo.

08:49 Luis Muiño Yo, como último consejo, os diría vamos a intentar perder miedo al otro. Voy a darme cuenta de por qué temo conectarme, por qué temo relacionarme. Creo que es una buena idea. Y una vez que viajas en dirección de ese miedo, que vas hacia delante y dices: “Va, si esto me está saliendo bien”. Yo he visto muchas personas que se han alegrado la vida, que se han nutrido de la relación con el otro, cuando han conseguido perder ese temor a los demás.

Contenido relacionado