La historia que os traemos hoy habla sobre la esperanza, el recuerdo y las ganas de vivir superando adversidades. Hablamos de Nary Ly, la mujer camboyana científica y atleta que sobrevivió a la reclusión en plena guerra de Vietnam siendo tan solo una niña.
Descubre la historia de Nary Ly sobre cómo consiguió representar a toda una nación pese a tenerlo todo en contra arrastrando la vivencia de presenciar una guerra civil en su Camboya natal.
¿Quién es Nary Ly?
Para dar respuesta a esta pregunta nos tenemos que remontar al principio de su vida, donde se crean las experiencias vitales que nos acompañarán siempre. Nary Ly es una mujer refugiada que se ha convertido en científica y atleta convirtiéndose en un ejemplo de superación para los camboyanos y el mundo entero.
Sus orígenes en Camboya
Nary Ly nació a principio de la década de los años setenta. No se conoce con exactitud el año de su nacimiento ya que Camboya, su país de origen, se sumió en unos años de oscuridad debido a su guerra civil derivada de la guerra de Vietnam que duró cinco largos años.
Esto ya nos arroja bastante luz sobre los primeros años de vida de Nary Ly, la niña que sobrevivió a un genocidio y viajó como refugiada a Francia con tan solo 9 años.
A pesar del impacto de sus primeros años de vida, la camboyana no tiró la toalla y valoró la nueva oportunidad que se le presentó en el país francés junto a su nueva familia de adopción.
En la historia de Nary Ly y sus recuerdos aún quedan las restricciones, el sufrimiento y el terror que vivió en Camboya. Durante la guerra civil, el grupo rebelde liderado por Pol Pot prohibió la educación, la medicina occidental, con lo que ello implicaba, así como la práctica de la religión y la libertad de prensa y de movimiento, como nos comenta Miguel Frau, corresponsal de guerra al que tenemos el placer de entrevistar.
Cerca de dos millones de personas perdieron la vida en este periodo dentro de Camboya. Muchas de ellas en las comunas, más conocidas como “campo de la muerte”. Se trataba de campos de trabajo forzosos en los que se implantaba la esclavitud en pleno siglo XX.
Nary Ly, nuestra invitada, tras vivir este sufrimiento estuvo un año en un campo de refugiados en Vietnam y finalmente fue enviada a Francia donde la adoptó una familia con tan solo diez años con la esperanza de tener un futuro en el que desarrollar su potencial. Y así lo hizo.
La científica y atleta cuenta cómo transformó toda su experiencia de vida en medio de una guerra en la autobiografía “La historia de Nary Ly: superviviente científica y olímpica” para contar al mundo cómo una niña, a pesar de enfrentarse a lo peor en la guerra civil camboyana, supo cambiar el rumbo de su vida y tener esperanza.
Refugiada con un sueño: representar a su gente
Nuestra invitada es la representación de cómo la vida puede dar un giro de ciento ochenta grados y que en nuestra mano está girar con ella hasta conseguir nuestras metas. Tan solo era una niña cuando viajó a Francia como refugiada pero su impulso interior la hizo convertirse en una adulta admirable.
Sus logros comienzan con el esfuerzo, formándose en biología médica en París con el objetivo de cambiar la imagen de Camboya, ser una representante valiosa de su país y dar espacio y voz a los intelectuales que fallecieron en la guerra. Fue así como se convirtió en la primera científica camboyana de la historia.
La historia de Nary Ly va mucho más allá, pues en los años noventa viajó hasta Phnom Penh, capital de Camboya, donde participó en la investigación del VIH con el Instituto Pasteur de Camboya (IPC) durante una década hasta realizar un Doctorado en virología entre Francia y Camboya.
Esto solo fue el inicio de su carrera como científica, ya que, a lo largo de su vida, ha estado inmersa en varias investigaciones, estudios y formaciones becadas en distintas partes del mundo. Nary Ly tenía y tiene a día de hoy un potencial que la sitúa como una eminencia dentro del mundo de la ciencia, pero su vida no solo ha estado marcada por este campo; el deporte ha sido uno de los pilares fundamentales y sanadores para cumplir su sueño, representar a los camboyanos frente al mundo.
Por ello, al terminar sus estudios, participó en una carrera en su país para recaudar fondos para los niños con sida y fue ahí donde el espíritu del deporte la invadió por completo y lo acogió como el mecanismo perfecto para hacer realidad su sueño.
Nary Ly era consciente de que nunca había corrido una maratón, no sabía si estaba preparada. Sin embargo, cuando reunió el valor para inscribirse tuvo una conversación que lo cambiaría todo y le daría la esperanza y la fuerza que necesitaba; era la primera camboyana que corría de forma oficial y eso le daba la oportunidad de representar a su país en el deporte y descubrir los beneficios de correr.
Esta es la historia de superación de Nary Ly en su primera maratón
Nary corrió su primera maratón a los 37 años. Hasta entonces, nunca había logrado bajar de las tres horas, un requisito indispensable para recibir una invitación a los Juegos Olímpicos. Todo cambió en 2014, en Camboya, cuando se cruzó en su camino con Salva Calvo, un experimentado atleta de carreras de montaña.
Salva, convencido del potencial de Nary, le prometió que juntos lograrían bajar de las tres horas, poniéndose como objetivo la maratón de Valencia en noviembre de 2015. Finalmente, su dedicación y apoyo mutuo dieron sus frutos, y Nary estaba preparada para participar en los Juegos Olímpicos en 2016 de Río de Janeiro, en Brasil, representando a Camboya, un sueño cumplido.
Durante la carrera, en tan solo el kilómetro 7, Nary Ly sufrió un fuerte dolor en el talón de Aquiles, sin embargo y a pesar de que su entrenador Salva Calvo pensó en lo peor, la atleta camboyana terminó la carrera.
Nary Ly nos cuenta que tuvo la sensación de estar corriendo sobre nubes cuando vio la meta, la representación de una historia de superación que termina marcando la diferencia.
Para la refugiada, su participación en los Juegos Olímpicos no fue solo una meta deportiva, sino un símbolo de resistencia y esperanza, un testimonio de su perseverancia y del apoyo de las personas que creyeron en ella.
Cuando conectamos, podemos conseguir cosas increíbles y hacer realidad sueños que creíamos inalcanzables.