El origen de su pasión por la vela
Cuando charlamos con nuestro protagonista, nos asegura que no es capaz de situar su primer recuerdo en el mar. Su infancia y juventud han estado totalmente conectadas con el mar y la navegación a vela. La familia de su padre residía en un pueblo costero Cataluña y eso hacía que los veranos, fines de semana y festivos fueran de playa, mar, sol y muchos barcos.
Una pasión que comenzó con el abuelo de Álex, padre de ocho hijos, que hace algo más de setenta años, vivió una tragedia que marcó a la familia Pella de por vida.
Navengando con cuatro de sus hijos mayores siendo adolescentes, sufrió un accidente en el que perdieron el barco y todos cayeron al mar. Los cuatro jóvenes murieron por hipotermia, y el abuelo de Alex, que fue rescatado in extremis quedando profundamente afectado para el resto de su vida.
Nacho Pella, el padre de Alex, contaba con tan sólo cuatro años, cuando ocurrió la tragedia. A pesar de ello, Nacho Pella crecería amando el mar y soñando con tener su propio barco algún día. Siendo ya mayor se casó y tuvo cuatro hijos varones a los que transmitió esa afición y pasión por el mar, navegando de forma habitual en su pequeño barco familiar. Christine Valette, madre de Álex, se sincera y nos asegura que nunca se hubiera podido imaginar que sus hijos harían de esa pasión su profesión. Los cuatro hermano, Borja, Alex, David y Nacho, crecieron navegando con un profundo respeto al mar.
Trofeo Julio Verne: así es la vuelta al mundo a vela
Os presentamos uno de los retos más grandes de vela oceánica con 30 años de historia.
El Trofeo Julio Verne es un premio que se otorga a los navegantes que consiguen realizar la circunnavegación más rápida navegando hacia el este; es decir superando los cabos de Buena Esperanza, Lewin y Hornos. Se trata de un desafío cuyo objetivo es reducir el tiempo de su recorrido para hacerse con el récord mundial.
Este Trofeo no tiene restricciones en cuanto a la tripulación, embarcación o la ruta, siempre que se complete la vuelta al mundo con salida y llegada en Brest, la bretaña francesa. El requisito es que la embarcación y la tripulación estén registradas en la organización del Trofeo Julio Verne y dispuestos a vivir la gran aventura.
Pero hablemos del nombre, porque un naming tan especial se merece una explicación. Como nos cuenta Álex Pella, el Trofeo Julio Verne tiene este nombre haciendo homenaje al escritor y dramaturgo francés que dio vida entre muchas otras obras, a la novela de ficción “La vuelta al mundo en 80 días”. En esta novela, Phileas Fogg, el protagonista, consigue cruzar el planeta en los 80 días indicados, muchos de ellos en barco, viviendo una serie de aventuras increíbles. El Trofeo Julio Verne, se entregó por primera vez al equipo capaz de completar la circunnavegación en menos de 80 días. Lo consiguió el equipo de Bruno Peyron en el año 1993 marcando un crono de 79 días, 6 horas y 15 minutos.
Partes de un barco de vela de competición
La comodidad y el confort a bordo de un barco de competición son muy limitadas, ya que se busca la velocidad sobre el agua. La cocina es de un tamaño muy reducido, lo suficiente para calentar agua con la que preparar comida liofilizada que permitan a la tripulación comer rápido para seguir el frenético ritmo de turnos y guardias durante el día y la noche.
Disponen de unas literas para descansar por turnos, mientras otros tripulantes siguen en cubierta trabajando en la velocidad del barco. En este tipo de barcos, la zona habitable es muy pequeña y hay que adaptarse a las duras condiciones para ofrecer lo mejor de uno mismo durante la competición.
Como comenta con humor Álex Pella, durante la vuelta al mundo a vela no suelen lavarse mucho. El barco no dispone de ducha, y el aseo se reduce a un cubo y un pequeño retrete compartido.
¿Cómo es la convivencia en un barco a vela?
Estos grandes multicascos oceánicos, son verdaderas obras de ingeniería. Toda su estructura está perfectamente pensada y diseñada para la velocidad y no tanto para la comodidad y confort de su tripulación. Por este motivo, es muy importante tener una gran disciplina a la hora de convivir y usar las zonas comunes que, en realidad, son todas, ya que no existen espacios individuales.
Durante la vuelta al mundo de Álex Pella convivieron durante 40 días en un espacio mínimo una tripulación de seis personas. Sin embargo, consiguieron encajar a la perfección complementándose y dialogando a pesar de los roces y las situaciones de estrés que se generaban.
El objetivo común, exige el respeto mutuo y un gran espíritu de equipo, para superar las duras condiciones y la superación de cualquier inconveniente. Algo que también nos comentaba Saúl Craviotto cuando tuvimos el placer de hablar con él sobre su plata compartida en la competición K4 500.
Vuelta al mundo a vela de récord: Un éxito compartido
La vuelta al mundo de Álex Pella fue toda una experiencia que hemos tenido el placer de escuchar en primera persona. Sin embargo, también hemos podido conocer algunos inconvenientes que se pueden generar en esta hazaña que conlleva la convivencia en un barco a toda velocidad, sin escalas ni asistencias.
Nuestro invitado, el regatista español Álex Pella, formó parte de la tripulación que ostenta desde 2017, el récord mundial de la circunnavegación con un tiempo de 40 días, 23 horas, 30 minutos y 30 segundos. Desde 2017, ninguno de los siete intentos posteriores al Trofeo Julio Verne han coseguido mejorar el crono marcado por Alex Pella y su equipo.
El próximo desafío de Álex, será intentar el récord absoluto de la circunnavegación hacia el oeste, es decir en contra de los vientos y corrientes predominantes. A diferencia del Trofeo Julio Verne, este nuevo desafío oceánico se inspira en una historia real cuyo origen y destino estará en Andalucía (Sanlúcar de Barrameda). La mayor aventura marítima de la historia, ocurrida hace ya más de quinientos años y protagonizada por un marino español, del que toma su nombre Trofeo Oceánico JS Elcano.
Un desafío compartido que el equipo OpenSea de Alex Pella prepara con pasión y determinación. Porque cuando nos juntamos, podemos hacer cosas increíbles.