Dicen que los hermanos están unidos con un hilo invisible que nunca se rompe, en el caso de Nico y Lucas Eguibar es un hilo de acero. Desde niños, tanto ellos como su hermana Sara han tenido una conexión muy especial que ha hecho posible salir adelante ante cualquier obstáculo en el camino.
Felices, aventureros y deportistas, los tres hermanos vivían junto a su madre Graciela en San Sebastián. Desde muy pequeño, Lucas Eguibar mostró un gran interés por la nieve, ya que a la corta edad de dos años se subió a sus primeros esquís. Pronto pasó de los esquís a la tabla de snowboard, el deporte en el que Lucas Eguibar se siente libre. En él desarrolló su carrera profesional llegando a lo más alto, pero la vida le frenó a él y su familia en seco poniéndoles a prueba.
Esta historia habla de superación, de apoyo familiar, de las ganas de vivir y de luchar por alcanzar el éxito; la representación de cómo la relación entre hermanos, como la de Nico y Lucas Eguibar, puede dar la vuelta a las enormes dificultades que hay que afrontar en la vida. Hoy tenemos el enorme placer de que Lucas Eguibar y su familia nos lo cuenten en primera persona.
Una historia de sacrificio y superación gracias al apoyo familiar
En septiembre de 2013 la vida de la familia Eguibar Bretón dio un giro completo. Nico Eguibar, el mayor de los hermanos, tuvo un accidente de moto volviendo a casa cuando un conductor invadió su carril en dirección contraria. Nico, el hermano de Lucas Eguibar, chocó frontalmente contra él a pesar de tratar de esquivarlo y los daños que sufrió fueron severos.
«Cuando llegué a la sala lo único que recuerdo son las palabras “coma y daño cerebral”», nos cuenta Lucas Eguibar, que con 19 años estaba preparándose para los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014, en Rusia. Sin embargo, su prioridad cambió radicalmente y desapareció la competición de su cabeza. Fue el momento de poner en pausa su carrera profesional en el mundo del snowboard, unir esfuerzos y apostar por el apoyo familiar para sacar adelante a su hermano. El tándem Nico y Lucas Eguibar se hizo más inseparable que nunca y la relación entre hermanos cobró un sentido y una intensidad superior.
Poco a poco, Nico empezó a mejorar y, al despertar del coma, encontró a su familia totalmente volcada en su recuperación. Fue entonces cuando los dos comenzaron su reto conjunto, en el que se apoyaban el uno al otro para alcanzar sus metas y se retroalimentaban con cada triunfo gracias al amor entre hermanos y el apoyo familiar.
«El triunfo puede venir o no venir, pero hay que luchar», asegura Nico Eguibar cuando nos habla del esfuerzo por seguir adelante y la dedicación que debemos seguir por nosotros mismos en situaciones complicadas, siempre contando con el apoyo familiar.
Lucas volvió a entrenar poniendo en el punto de mira los Juegos Olímpicos de Sochi, que antes había dejado de lado, y Nico comenzó el largo camino de la rehabilitación con el apoyo de su hermano. Lucas Eguibar recuerda que tras cada entreno le contaba a su hermano cómo iba mejorando y eso hacía que Nico se volcara más en su rehabilitación; creando una competición sana entre hermanos.
Nico y Lucas Eguibar pusieron en marcha un trabajo paralelo en el que se apoyaban el uno al otro. «Era un respiro para luchar más, para seguir adelante», se sincera con nosotros Nico Eguibar.
Es la representación más clara de amor fraternal, lo que una relación entre hermanos sana puede llegar a conseguir, como la de Nico y Lucas Eguibar, así como el apoyo familiar de todos los miembros.
Cómo Lucas Eguibar se convirtió en campeón del mundo de snowboard
Lucas Eguibar es una combinación perfecta de trabajo duro, perseverancia y apoyo familiar. Ya hemos hablado antes de la importancia de sentir cerca a los tuyos en nuestro encuentro con Nikita Terentiev: el valor de la familia.
Tras este duro golpe, Lucas Eguibar continuó su camino, con indiscutible apoyo familiar, en el snowboard para conseguir su objetivo: ser el mejor del mundo. Y nadie le iba a frenar. «Me machaco cada día para intentar ser el primero. Eso es lo que quiero ser en mi vida. Quiero ser snowboarder y quiero ser el mejor», nos asegura con confianza.
La nieve y el deporte le dieron fuerzas para seguir adelante a nivel personal y profesional, llevándole a participar en tres Juegos Olímpicos:
- Sochi 2014, quedando en 7ª posición.
- Pyeongchang 2018, obteniendo la 33ª posición.
- Pekín 2022, los más recientes, consiguiendo de nuevo la 7ª posición.
En estos años también ha participado en el Campeonato Mundial de Snowboard haciéndose en 2017 con dos medallas de plata en campo a través, una en equipo y otra en categoría individual.
Cuatro años después llegó la gran recompensa de su carrera en la que recogió los frutos de su esfuerzo. En 2021 se hizo con el oro en campo a través individual en el Campeonato Mundial de Snowboard haciendo realidad su sueño: ser el mejor del mundo.
Como bien dicen Nico y Lucas Eguibar, estos logros no hubieran sido posibles sin el apoyo familiar, el respaldo y la confianza que depositan aquellos que te quieren en ti. Además, en su historia, la relación entre hermanos ha sido la llave que les ha permitido abrir las puertas del esfuerzo, lo que les ha hecho no tirar la toalla.
Regino Hernández: compañero y deportista olímpico
Si hay alguien con quien Lucas Eguibar ha compartido la pasión y la dedicación por el snowboard es el deportista olímpico y compañero de equipo Regino Hernández.
Regino ha participado en tres Juegos Olímpicos, consiguiendo el bronce en Pyeongchang 2018 y la 21ª y 31ª posición en Sochi 2014 y Vancouver 2010 respectivamente. Además, en 2017 se hizo con la plata en el Campeonato Mundial de Snowboard junto a su amigo Lucas Eguibar en la prueba por equipos de campo a través.
Regino no duda en referirse a Lucas como esa persona que «se dedica en cuerpo y alma a lo que quiere para llegar a conseguir su meta».
Lucas Eguibar, Regino Hernández y la también snowboarder Queralt Castellet representan la élite del snowboard español de los últimos años.
Israel Planas: ex entrenador nacional
Una figura fundamental en el conocimiento del snowboard a nivel nacional y un referente de profesionalidad, eso es lo que representaba Israel Planas, ex entrenador nacional y técnico de Lucas Eguibar. Para el campeón mundial, Lucas Eguibar supuso un antes y un después en su carrera, ya que considera que sus éxitos son compartidos.
En 2017 Israel Planas falleció, pero su legado sigue haciendo historia en el snow. «Es un luchador, es un guerrero», así se refería a Lucas, un cariño que existía y existe en ambas direcciones.
Tras mucho sacrificio, la familia Eguibar Bretón llegará donde se proponga, ya que el empuje de Nico y Lucas Eguibar es imparable, una relación entre hermanos que lo supera todo. Ahora, el pequeño de los hermanos tiene claro el motivo de sus victorias: «creo que donde estoy es gracias a ellos», al apoyo familiar, indica el deportista. Está claro: cuando conectamos, nuestras posibilidades se multiplican.