Encontrar el lugar en el que sentirse libre al cien por cien es algo mágico. El equilibrio está en aquello que nos fortalece y nos permite ser nosotros mismos. Para Garazi Sánchez, nuestra invitada y surfista española, es el mar.
Adéntrate con nosotros en la historia de superación increíble y valores humanos de Garazi en la que la herramienta del deporte juega un papel fundamental para recuperar la seguridad en uno mismo.
Las conexiones imprescindibles de Garazi
Comenzaremos la historia por el principio, aquel en el que Garazi Sánchez encontró su pasión desde la orilla del mar junto a su hermana, mientras su padre hacía kayak surf. Después de esta pista, podréis imaginar cómo el amor por el deporte de sus padres la impulsó para conectar con el mar a un nivel superior.
Garazi comenzó a surfear con tan solo siete años en Getxo. Ha sido campeona de España en 2017 y 2018, además de subcampeona del circuito europeo en 2017 y quedó en posición 22ª en la competición individual del Mundial en Tahara en 2018. Sin embargo, en su carrera de deportista, se ha encontrado con graves obstáculos que solo la perseverancia, el talento y las buenas conexiones en forma de personas pueden superar.
Ante los golpes duros, la surfista española hizo equipo con los mejores profesionales, amigos y familia y continuó apoyándose en el deporte y sus ganas por seguir disfrutando de él para mejorar a nivel físico y anímico.
Gorka Yarritu: su primer contacto con el surf
Todo comenzó, como comentamos, en Getxo con una niña de apenas siete años que sentía que el mar la llamaba, Garazi Sánchez. Sus padres encontraron a la primera persona que le ayudaría a dar forma y canalizar esa pasión y esas ganas por el surf, el monitor e instructor de surf Gorka Yarritu.
Como en toda historia, hay varias experiencias, y es que para Gorka Yarritu comenzar a entrenar a estos niños entre los que estaban Garazi fue su primer paso hacia la creación del proyecto profesional y emocional de su vida: la Gorka Yarritu Surf Eskola Sopelana creada en 1998.
Gorka Yarritu es hoy en día toda una institución dentro del mundo del surf, además, es team manager de Quiksilver y colabora con Styling Surfboards desde hace varias décadas.
Para Garazi Sánchez, Gorka supuso el primer contacto con la tabla y el mar. Su relación le llevó a exigirse más y más y a conocer sus límites en el agua de forma responsable. Sin embargo, la surfista española no tenía techo y se convirtió con mucho esfuerzo, pero también un don natural, en un referente destacando entre el resto de surfistas gracias al apoyo de su monitor.
Esta prometedora carrera se frenó en seco en 2010 y Garazi necesitó de una conexión que le ayudara a reconducir su vida personal y deportiva.
Gorka Alegría: rumbo al campeonato de surf de España
Con tan solo dieciocho años, en 2010, nuestra protagonista, Garazi Sánchez, vivió un momento lleno de dudas en su vida y dejó de surfear de forma fulminante. Durante esa época, sufrió mucha ansiedad que le generaba un miedo irracional al mundo y a las personas. Fueron unos momentos difíciles en los que psicológicamente no pudo seguir avanzando en su carrera deportiva, pero no fue lo único en lo que afectó.
Su vida completa dio un giro y le afectó emocional y socialmente con ella misma, sus amigos y su familia. Necesitaba ayuda y tuvo el valor de pedirla, un primer paso imprescindible y humilde para mejorar. La mayor muestra de autocuidado que puede dar una persona que puede estar sufriendo.
Así fue como conoció a Gorka Alegría, la persona que hizo posible que recuperar la confianza y la fuerza para continuar compitiendo.
Se conocieron cuando la surfista española, muy tocada, como indica el entrenador, acudió al colegio en el que Gorka Alegría trabajaba y le pidió ayuda. «Garazi vivió de su capacidad, su talento, pero llegó un momento en el que todo explotó», comenta Gorka.
Sin embargo, él no quería convertirla en la surfista que quería ser, sino que usó la herramienta del deporte para recuperar a la persona que había detrás de la surfista y lo consiguió. El único objetivo de Gorka Alegría era conseguir para Garazi un equilibrio con amistades y familia, en definitiva, con su vida.
Gracias a este trabajo, nuestra protagonista consiguió el primer WQS y el primer puesto en los dos campeonatos nacionales de 2017 y 2018. Sin embargo, el camino volvió a complicarse de golpe en 2019 debido a un accidente de surf que la llevó al quirófano. Todo el trabajo en equipo y la cultura del esfuerzo desarrollada durante años quedó paralizad
Andy Criere: compañero y apoyo en los momentos más duros
Aquel día en el que Garazi sufrió el accidente fue un día normal junto a su amigo y compañero surfista Andy Criere. Ambos fueron hasta Hossegor, una de sus playas preferidas, a entrenar. Pero, en plena ola, Garazi sufrió un accidente que la de la tabla.
El dolor que sintió fue tan fuerte que casi la hace desmayarse, pero consiguió tumbarse encima de la playa hasta que esta llegó a la orilla e intentó levantarse. El miedo invadió a la surfista española y fue incapaz de entender qué le había pasado y responder a su amigo Andy Criere que le preguntaba a su lado.
El accidente le ocasionó una lesión de columna en el primer año en el que se consideraba profesional, en el mejor momento de su carrera y su mejor momento emocional. Finalmente, los médicos aseguraron que el entumecimiento de las piernas se debía a una inflamación, sin embargo, tuvo que someterse a una operación y pasar por una recuperación.
Durante todo el proceso, Andy Criere, también deportista profesional, no se separó de ella. Entre ellos existe una conexión especial ya que solo una persona que vive el deporte de la misma forma puede entender los miedos, la incertidumbre, la adrenalina y la pasión por la tabla.
Ante esta situación, Garazi Sánchez volvió a sorprender por su valentía y decidió dirigir y producir un documental que recogiera toda su recuperación, pasara lo que pasara después. Este documental lleva el nombre de Vergüenza que dio forma junto a su amigo Juan Labad.
Gracias a este documental, podemos ver su recuperación y crecimiento y cuenta la historia de una surfista que se recompuso a pesar de las circunstancias y siguió luchando por ella apoyada en la herramienta del deporte que tanta alegría le proporciona. Porque como nos comenta el entrenador de Garazi, Gorka Alegría: «¿A quién no le gusta ser feliz?».