“Las personas debemos aprovechar los hilos que nos unen para lograr llegar tan lejos como soñemos”. Esta frase sobre relaciones interpersonales, que podría parecer cliché, define perfectamente la trayectoria de uno de los chefs más reconocidos de la gastronomía española y del panorama internacional, Ferran Adrià.
Como Ferran, sabemos de la importancia que tienen las relaciones interpersonales a la hora de alcanzar nuestras metas profesionales. Acompáñanos a descubrir cómo el talento, el trabajo y las conexiones humanas han ayudado a Ferran a llegar a lo más alto, logrando la tercera estrella en la guía Michelín para El Bulli y posicionándolo como uno de los mejores restaurantes del mundo.
¿Quién es Ferran Adrià?
Ferran es un chef español nacido en Hospitalet de Llobregat el 14 de mayo de 1962. Es considerado dentro de la gastronomía española como uno de los más prolíficos e innovadores cocineros de los últimos años.
Ferrán desarrolló novedosas técnicas a la hora de cocinar, como la deconstrucción, que consiste en aislar los diversos ingredientes de un plato tradicional para convertirlo en algo innovador e inusual, o la esferificación, técnica que emplea los alginatos para formar pequeñas esferas de contenido líquido.
Gracias a las relaciones interpersonales que forjó a lo largo de su carrera, logró no solo cocinar para el prestigioso restaurante El Bulli, sino que logró convertirse en jefe de cocina y copropietario del prestigioso restaurante catalán.
Relaciones interpersonales para lograr el éxito profesional y personal
Si hay algo que Ferran destaca es la importancia de las conexiones interpersonales, llegando a considerar estas conexiones el mejor de sus ingredientes.
Y es que cuando Ferran Adrià echa la vista atrás, no sólo ve los triunfos conseguidos, sino que es capaz de apreciar todas aquellas conexiones, relaciones personales y relaciones profesionales, que le ayudaron a llegar a ser uno de los mejores cocineros del mundo.
A lo largo de su trayectoria, Ferran ha creado grandes conexiones, siendo la más destacada la que tiene con su hermano Albert. Sobre él llega a afirmar que cuando va a comer a su restaurante, tan solo con ver cómo come, su hermano es capaz de saber en qué está pensando y la opinión que tiene sobre el plato.
Como podremos ver más adelante, es la estrecha relación personal que ha tenido con distintos cocineros, propietarios, amigos y familiares, lo que le ha impulsado a avanzar e innovar en la cocina durante casi 40 años, permitiéndole lograr un perfecto equilibrio entre el éxito profesional y el éxito personal, disfrutando de su trabajo y logrando importantes metas personales.
El Bulli: grandes relaciones entre profesionales
El nombre de Ferran Adrià está inevitablemente ligado al restaurante catalán El Bulli, donde trabajó entre 1984 y 2011, logrando tres estrellas Michelín y convirtiéndolo en el mejor restaurante del mundo en 2002 y entre 2006 y 2009.
Su aventura en El Bulli comenzaría de forma inesperada en 1983, cuando Ferrán cocinaba para la Capitanía General en Cartagena y Fermín Puig le invitó a realizar un stage en este restaurante, que por aquel entonces resultaba desconocido para Ferran. La conexión con el restaurante, su filosofía y cocineros fue tal que desde aquel momento Ferran supo que ese era su lugar.
Sería posteriormente cuando conocería en el restaurante a Jean-Paul Vinay, uno de los máximos exponentes de la Nouvelle Cuisine, estilo de cocina que estaba revolucionando la alta cocina en los años 80. Jean-Paul fue el encargado de ofrecerle a Ferran formar parte del equipo y sería a la partida de este cuando Ferran se convirtiera en jefe de cocina.
Jean-Paul Vinay influenció en gran parte la forma en la que Ferran entendía la cocina, inspirándole para buscar la sofisticación y la intención de seducir al comensal a través de los cinco sentidos.
La siguiente parada en este repaso que Ferran hace sobre las relaciones interpersonales más importantes de su carrera nos lleva hasta el matrimonio Schilling, formado por Hans y Marketta, primeros propietarios y creadores de todo el concepto y modelo de negocio tras El Bulli. Gracias a su relación con estos, Ferran consiguió comprender el mundo de la cocina como algo diferente, algo de lo que uno debe ser apasionado y que trasciende a un mero negocio.
Cierra su repaso a sus relaciones entre profesionales más importantes con la figura de Juli Soler, director de El Bulli encargado de formar un equipo ganador con Ferran y Albert Adrià o Luis García, entre otros grandes chefs, logrando aumentar el prestigio del restaurante hasta convertirlo en uno de los mejores restaurantes del mundo.
Finalmente, Ferran pone en manifiesto el valor de la familia, tanto su esposa como su hermano Albert han sido figuras fundamentales en el desarrollo del chef español tanto dentro como fuera de las cocinas.
Trabajo, creatividad, experiencia… Son elementos que han acercado a Ferran al éxito, pero si hay algo de lo que podemos estar seguros es de que las conexiones, las relaciones interpersonales entre profesionales, amigos y familiares, han sido el ingrediente secreto del éxito de Ferran Adrià