Cuando hablamos de Teresa Perales, nadadora paralímpica, no podemos obviar sus 27 medallas paralímpicas, pero hay algo más allá del esfuerzo y el trabajo duro. Para alcanzar el éxito profesional y personal es imprescindible rodearse de buenas personas que te apoyen, motiven e inspiren en los momentos más difíciles.
En palabras de Teresa: “Todos tenemos un círculo de oro, personas que nos inspiran y a las que inspiramos, con las que conectamos y nos hacen capaces de lo mejor”.
A través de esta iniciativa, Mejor Conectados, Teresa realiza un repaso de su trayectoria y de todas esas personas y conexiones que le han ayudado a llegar y mantenerse en lo más alto.
Teresa Perales y la natación paralímpica
Teresa Perales, nacida en Zaragoza el 29 de diciembre de 1975 es una nadadora paralímpica española que cuenta con 27 medallas paralímpicas en su haber. Además de haber sido reconocida en 2021 con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes.
Pese a ser una de las deportistas más prolíficas españolas, su vida no ha sido nada fácil y es un claro ejemplo de superación y de cómo si te rodeas de las personas adecuadas, puedes conseguir cualquier cosa, superando el miedo al fracaso y logrando todo aquello que te propongas.
Teresa perdió la movilidad de cintura para abajo a los 19 años, quedando en silla de ruedas. Pese a lo duro de la situación, supo sobreponerse a esta y no perdió la ilusión por hacer cosas nuevas. Esta ilusión le llevó a probar con la natación, deporte que no había practicado hasta la fecha y que, en tan solo un año, pasó a dominar, compitiendo en la disciplina de natación paralímpica.
Pero, ¿cómo es posible que una persona que ha quedado en silla de ruedas llegue a competir en tan solo un año? Gracias a su fuerza de voluntad, sacrificio y la capacidad de rodearse de grandes personas que, tanto a nivel personal como profesional, le ayudaron a adaptarse a este cambio tan radical, impulsando su carrera deportiva y ayudándola a alcanzar más medallas de las que pudo imaginar.
¿Qué motiva a Teresa Perales?
La nadadora Teresa Perales es, en la actualidad, fuente de inspiración y un ejemplo de que a pesar de la adversidad, todos podemos lograr nuestros objetivos si le ponemos empeño y nos rodeamos de personas que nos apoyen, guíen y motiven.
Teresa lo tiene claro, la familia, su pareja y sus entrenadores han sido esos pilares sobre los que cimentar su carrera.
La familia
Para Teresa Perales, tanto en su carrera profesional como nadadora paralímpica como en su vida personal, la familia ha sido un pilar de apoyo y motivación fundamental. A los 15 años perdió a su padre, y pese a lo complicado de la situación, su madre supo sacar la familia adelante, transmitiéndoles el amor, la pasión y las ganas de avanzar en la vida pese a la adversidad, convirtiéndose en una figura de referencia para Teresa.
Posteriormente conocería a su marido, Mariano Menor, con el cual tendría una “relación olímpica”, comenzando a salir tras los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, casándose de manera premeditada tras de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y teniendo un hijo, también premeditadamente, tras los juegos de Pekín 2008.
Para Teresa, tanto su marido como su hijo le conectan con lo más bonito, lo más positivo.
Ramiro y Ángel, sus entrenadores
Otro pilar fundamental para el desarrollo de Teresa como nadadora paralímpica han sido Ramiro y Ángel, sus entrenadores. Han estado con ella desde los 19 años, cuando Teresa todavía ni soñaba con ser nadadora paralímpica.
A lo largo de su trayectoria, ambos le han ayudado no sólo a mejorar su técnica y convertirla en una deportista paralímpica mejor, sino que a través de sus palabras y su apoyo han sabido transmitirle la confianza, tranquilidad y pasión por entrenar día a día y alcanzar su mejor versión.
Para Teresa, tanto su marido como su hijo le conectan con lo más bonito, lo más positivo.
Más allá de la natación paralímpica: Embajadora de paz y buena voluntad de las Naciones Unidas
Teresa Perales, premio Princesa de Asturias 2021, además de tener una gran trayectoria deportiva ha podido alcanzar uno de sus sueños: ser Embajadora de paz y buena voluntad de las Naciones Unidas, gracias a la fundación Telefónica.
Teresa nos cuenta que, desde muy pequeña, una de sus ilusiones ha sido poder ayudar a los más necesitados, y gracias a su rol de embajadora de paz y buena voluntad, conseguir ayudar a aquellos que más lo necesitan siendo una más, pudiendo trabajar mano a mano con voluntarios para así lograr ampliar su “círculo de oro”, inspirando a los demás para ayudarles a ser capaces de dar su mejor versión.